El reno (Rangifer tarandus), también conocido como caribú en América del Norte, es una de las especies más fascinantes de mamíferos que habitan las frías regiones árticas y subárticas.
Los renos son ungulados (Que tiene las extremidades terminadas en casco o pezuña, como vacas, ovejas, cerdos, caballos, camellos y rinocerontes) pertenecientes a la familia de los cérvidos, conocidos por su habilidad para adaptarse a climas extremos.
Los machos son generalmente más grandes que las hembras, aunque ambas poseen un rasgo distintivo: cuernos o astas. Estas últimas pueden alcanzar hasta 1,3 metros de longitud en los machos, son renovadas cada año. Curiosamente, las hembras suelen conservarlas durante el invierno, mientras que los machos las pierden después de la época de apareamiento. Esto ha llevado a teorías interesantes sobre los «renos» de Santa Claus, ya que serían hembras si portan astas en invierno.
El pelaje del reno es otra de sus adaptaciones sobresalientes. Denso y con una capa interna de pelos huecos, proporciona un excelente aislamiento térmico. Además, los renos tienen pezuñas anchas que les permiten caminar con facilidad sobre la nieve y nadar eficientemente cuando cruzan ríos o lagos.
El rango de distribución del reno abarca regiones del Ártico, América del Norte, Europa y Asia, siendo más común en tundras y taigas. Las poblaciones pueden ser migratorias o residentes. Los renos migratorios son famosos por recorrer grandes distancias, a menudo hasta 5.000 kilómetros al año, en busca de alimento y mejores condiciones climáticas.
Los renos son animales sociales que viven en grupos, o manadas, que pueden variar desde unas pocas docenas de individuos hasta miles. Estas manadas les brindan protección contra depredadores como lobos y osos polares. Durante la temporada de apareamiento, los machos compiten entre sí utilizando sus astas, demostrando fuerza y dominancia para atraer a las hembras.
Los renos han sido fundamentales para las comunidades indígenas del Ártico, como los sami en Escandinavia y los nenets en Siberia. Estas culturas dependen del reno para su subsistencia, utilizando su carne, piel y huesos.
En la cultura popular, el reno está estrechamente vinculado a la tradición navideña como los mágicos «renos de Santa Claus,» que arrastran su trineo por los cielos para repartir regalos. Esta asociación probablemente se inspiró en la importancia del reno en las culturas árticas y su resistencia en climas fríos. Los renos navideños, como Rudolf el de la nariz roja, se han convertido en un símbolo de generosidad, esperanza y magia.