La crisis del gas doméstico en Venezuela se ha agudizado en las primeras semanas de diciembre, obligando a millones de ciudadanos a buscar alternativas peligrosas para cocinar.
A pesar de que la planta gasífera de Muscar en el estado Monagas, afectada por una explosión en noviembre, fue reactivada parcialmente, la escasez de propano persiste, especialmente en el interior del país.
Alternativas inseguras
La falta de gas ha llevado a los venezolanos a recurrir a la quema de leña, carbón y otros materiales inflamables, lo que representa un grave riesgo para la salud y la seguridad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la contaminación del aire provocada por la quema de combustibles sólidos causa millones de muertes al año en todo el mundo.
Crisis de combustible
La situación se ha vuelto crítica en estados como Anzoátegui, Táchira, Barinas y Nueva Esparta, donde los gobiernos locales han implementado racionamientos y restricciones en la venta de gas. En Caracas, barrios como Petare han reportado casos de personas cocinando con leña y otros materiales improvisados.
La crisis del gas doméstico en Venezuela se suma a una larga lista de problemas que afectan a la población, como la hiperinflación, la escasez de alimentos y medicamentos, y los cortes de electricidad. Esta situación ha generado un profundo descontento social y ha obligado a miles de venezolanos a migrar a otros países en busca de mejores condiciones de vida.