La Federación de Trabajadores Sindicalizados de la Educación (Fetrasined) y sus sindicatos filiales consideran que este año, al cual le faltan pocos días para fenecer, ha sido crítico, agobiante e incorregible para la educación.
Así lo declaró a El Impulso su presidente, el educador y abogado Falime Amílcar Hernández Vallenilla, cuando se refirió al balance que debía hacer al sector que representa. Crítico porque estamos inmersos en la crisis del Estado venezolano, ya que no se han dispuestos los recursos mínimos para resolver la serie de problemas que afectan el proceso educativo, desde los ingresos de los educadores al funcionamiento pleno de los planteles, incluyendo la incorporación de las tecnologías básicas para que los estudiantes puedan alcanzar niveles apropiados a las necesidades del país.
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Agobiante porque la situación económica de cada educador y, en general de los trabajadores de la educación, es cada día más difícil, tomando en consideración que las remuneraciones no están acordes con el trabajo realizado, la inflación sigue su curso ascendente y no existe posibilidad de que este estado de cosas cambie.
Incorregible porque el ministro de Educación, Héctor Rodríguez, no ha entendido la función que debe cumplir en su despacho y ha fracasado rotundamente en las tareas que le ha tocado cumplir. No tiene respuesta para ninguno de los planteamientos que se le hacen y, por supuesto, no ofrece nada positivo porque, simplemente, está ocupando un puesto que le ha asignado el jefe del Ejecutivo Nacional.
En definitiva consideramos que las políticas aplicadas son criminales, violatorias de los derechos constitucionales, legales, contractuales y supraconstitucionales. El pueblo venezolano debe ayudar a exigir que esas políticas erradas sean corregidas de urgencia por el bien de los trabajadores, sus familias y la educación, planteó el dirigente gremial, quien añadió que tanto Fetrasined como sus sindicatos filiales mantienen la fe, la esperanza y la lucha apostando por la nueva patria que renacerá el próximo año.