Izquierda Democrática, organización que mantiene los principios y valores democráticos de su fundador Teodoro Petkoff, solicita al Ejecutivo Nacional, en aras de la tranquilidad, la unión y el reencuentro de la familia en la oportunidad próxima de la celebración de la Navidad y el recibimiento del año 2025, la liberación de todos los presos políticos.
Así lo expresó a El Impulso el profesor Armando Prado, exdirector general de la alcaldía de Iribarren y coordinador regional de la mencionada organización política en el estado Lara.
Tradicionalmente, manifestó, los jefes de Estado en estos días, aprovechando esta circunstancia, proceden a tomar medidas de gracia en beneficio de de personas que han estado sometidas a encarcelamiento por ser disidentes de las políticas oficiales.
De acuerdo con organizaciones defensoras de los Derechos Humanos y organismos internacionales de las propias Naciones Unidas, después de las elecciones presidenciales del 28 de julio fueron practicadas más de 1.800 detenciones, habiendo procedido el Ejecutivo Nacional ordenar al Ministerio Público revisar casos de menores de edad que se encontraban en varios penales que permitió el encarcelamiento de más de un centenar de jóvenes.
Actualmente, según las cifras extraoficiales que se tienen, hay 1.905 políticos, lo cual constituye un número muy alto que no sólo afecta a quienes se encuentran privados de su libertad sino a sus familias, las cuales se encuentran muy preocupadas porque muchos de ellos sufren enfermedades y requieren tratamientos médicos.
Recordamos que ya en una ocasión fue dictada una medida de indulto a 110 presos políticos, entre los que figuraban Freddy Guevara, Freddy Superlano, Miguel Pizarro, Roberto Marrero y el politólogo Nicmar Evans.
Izquierda Democrática ha venido insistiendo públicamente en solicitar la libertad del doctor Henry Alvídrez, detenido antes del 28 de julio; así como del periodista larense Ronald Carreño y también de la ciudadana Yenny Batista, quien sufre los rigores de un cáncer y necesita urgente tratamiento médico, pero en el reclusorio de Pata e`Palo, de Barquisimeto, no puede recibir las sesiones farmacológicas con medicamentos químicos.
La liberación de los presos políticos, cuyos casos han sido considerados arbitrarios por cuanto abarcan no sólo a conocidos activistas sino a ciudadanos comunes que fueron escogidos como testigos de mesa para las elecciones presidenciales, debe ser considerado como un acto de justicia, de corrección de errores y de buena disposición del Ejecutivo Nacional en momentos que el país requiere resolver la crisis política, que es del conocimiento del mundo entero y se necesita devolverle la paz, la tranquilidad y el normal desenvolvimiento a la nación venezolana, concluyó diciendo el profesor Armando Prado.
