Este 1 de diciembre habitantes de Barquisimeto, estado Lara, se unieron a la protesta global convocada por la oposición venezolana, exigiendo que la Corte Penal Internacional (CPI) tome medidas inmediatas contra el gobierno de Nicolás Maduro por los crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela.
La jornada de manifestaciones se enmarca en una serie de movilizaciones internacionales que buscan visibilizar la grave situación de derechos humanos en el país.
Oswaldo Méndez, secretario general de los trabajadores eléctricos del estado Lara, participó en la protesta y ofreció un mensaje cargado de denuncia y solidaridad. En su intervención, Méndez resaltó la lucha por la liberación de los presos políticos, tanto civiles como militares, y solicitó el cese de la persecución a los líderes políticos, sociales y sindicales.
«Hoy acudimos al llamado de María Corina Machado, para pedir por la liberación de los presos políticos y por sus familias, que viven una situación bastante precaria. Pedimos el cese de la persecución a los líderes por defender un triunfo legítimo como el del 28 de julio», expresó Méndez.
El 1 de diciembre también marcó el inicio de una nueva jornada de protestas globales, en la que los venezolanos dentro y fuera del país exigieron justicia. Las manifestaciones se llevaron a cabo tanto en Venezuela como en La Haya, donde migrantes venezolanos se manifestaron frente a la sede de la Corte Penal Internacional. En Países Bajos, los participantes alzaron pancartas con mensajes como «Karim Khan, ¿a quién proteges? ¿A las víctimas o a los criminales?», exigiendo que se emita una orden de captura internacional contra Maduro y sus colaboradores más cercanos.
La protesta global, convocada por la oposición venezolana, incluyó un fuerte componente virtual. Los organizadores pidieron a los venezolanos que compartieran imágenes de sus manos pintadas de rojo en las redes sociales, utilizando el hashtag #CPIActúaYa. Esta imagen simbólica, que representa la represión y el «silencio» impuesto por el régimen, se convirtió en un símbolo de la lucha por la justicia y una demanda urgente de acción de la Corte Penal Internacional ante las violaciones de derechos humanos en Venezuela.