Quiero que sea doctor, médico que vea gratis a toda la familia. Mejor que sea diputado refutó Douglas a Solange, así al mismo tiempo que ayuda al barrio se mete buena plata para que nos saque de abajo. Pero Benito no anda para doctor, ni diputado y ni siquiera culminó el bachillerato. Benito no pudo superar los 15 años de su madre, los 19 de su padre y la droga le inventó túneles violentos a la pobreza por eso aprendió a manejar la navaja y la pistola con más habilidad que el lápiz sobre el cuaderno.
Hasta los siete años Benito fue pastor de cabras, piñero precoz y de pedirle la bendición de rodillas a su abuela Engracia en el Potrero de Ramírez, allí mismito un poco más allá de Bobare. Pero Engracia enfermó de la columna de tanto andar agachada ordeñando chivas y recogiendo piñas y su familia se la llevó para El Paso de Baragua para poder atenderla. A Benito se lo trajeron otra vez para el rancho de La Tomatera, nada más con Solange y otros tres carajitos porque Douglas estaba en Uribana por intento de asesinato y robo a mano armada.
Benito se hizo hombre muy rápido para evitar ser la novia de una pandilla que entre cobro de peajes, atracos y violaciones se adueño de las rutas circundantes de la escuela. Toma muchacho este hierro para que no te hagan perra mala allá afuera y con ese regalo de su tío Alejandro corto la torta de su cumpleaños y la barriga de José El Mapurite cuando este quiso bajarle los pantalones en el patio de Lola Pérez donde cerveza y droga eran de libre expendio sin límite de edad.
A los trece se olvidó de los libros y de ser doctor y a su mama Solange le dijo que botara de su cama a Bracamonte porque ya estaba cansado de verla todos los fines de semana con la cara hinchada y a sus hermanitos estropeados de tanto recibir golpizas de borracho. No atendió Solange el pedido de su hijo mayor y un domingo en la noche encontraron a Bracamonte desmayado y paralitico porque alguien le rompió las piernas a batazos. Así Solange se quedo sin hombre y sin pretendientes porque la violencia se le hizo costumbre de soledad.
Engracia tenía varias semanas viniendo a Barquisimeto porque su primo José Piñero la puso en tratamiento de acupuntura con la doctora Pilar Romero y por eso los dolores se le fueron quitando, un cubano del CDI de Bararida le empujo la hernia con unos masajes y Engracia entonces se fue a la Tomatera a preguntar por sus nietos, su hijo Douglas no quería ni verla de visita porque ella estaba en buscarle abogado para sacarlo de la cárcel y él le mando a decir que ni se asomara, que en la cárcel tenia techo, comida, salario mínimo, visita conyugal y además había montado su propio negocio con unos amigos que planificaban todo vía celular.
No, Engracia, ya Benito no es el muchacho que ustè crio, ahora es otra persona que hasta yo misma le tengo miedo. Figúrese que no le conozco trabajo y sin embargo aquí trae comida y ropa para todos nosotros. Se acuesta a las ocho de la mañana y sale como a las tres de la tarde. No le pregunto de dónde saca plata porque le tengo miedo a la respuesta y como el hambre tiene cara de perro lo que hago es rezar por él a la Divina Pastora.
Pues seremos dos las que recemos y Engracia se puso de rodillas ante una foto de la Virgen que Solange había recortado de El Impulso y mandado a enmarcar para que fuera altar de sus ruegos y penurias.
Pasaron algunos meses y para la procesión cada quien se fue por su lado, Engracia desde casa de Alì en Los Crepúsculos y Solange desde La Tomatera caminaron hasta Santa Rosa. Entre la multitud no se vieron pero ambas rezaban por Benito para que la Virgen le enderezara el camino. A la altura de la avenida Moran Engracia y Solange se encontraron en un puesto de agua y mandarinas, se abrazaron y juntas parecía una procesión independiente. De pronto Solange se vino al piso producto del cansancio porque no era poco caminar desde la cuatro de la madrugada que salió de casa.
Los bomberos la auxiliaron y como no salía del desmayo la llevaron al hospital con Engracia como familiar responsable. Despertó en emergencia y cuando la dieron de alta en mitad de la puerta estaba su hermano Alejandro. “Lo tienen en observación, ha perdido mucha sangre pero no lo operan porque no encuentran sangre de su tipo”, ¿A quién?- A Benito.
Allí estaba, demacrado pero con la cara de piñero y pastor de cabras. Engracia tenía su mismo tipo de sangre y lo operaron con éxito. Que bella esa señora que está aguardando que ese joven despierte, comentó Tamakun que pasó por recuperación por casualidad. ¿Cual señora doctor? le preguntó una enfermera, la abuela y la mamá están allí afuera en el pasillo. Enfermera y doctor regresaron con Benito y solamente vieron una luz que se desvanecía en el aire.
Benito despertó a medianoche y le juro a Engracia y Solange que regresaría a los estudios y que jamás volvería a la ruta del diablo. Solange y Engracia le creyeron porque ese muchachito que lloraba y pedía perdón era el mismo Benito que soñaba con ser doctor o diputado.
Jorge Euclides Ramírez