Este domingo 1 de diciembre, Día Mundial de los Derechos Humanos, migrantes venezolanos en Japón se unieron a la protesta global para exigir que la Corte Penal Internacional (CPI) actúe de manera urgente ante los crímenes de lesa humanidad que aseguran que ha comido el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Las manifestaciones se realizaron en diversas ciudades del país asiático, como Tokio, Hakuba, Nagoya y Kobe, donde miles de venezolanos alzaron su voz para pedir justicia internacional.
El objetivo de estas protestas es presionar al fiscal de la CPI, Karim Khan, para que emita órdenes de captura contra los responsables de la persecución política, las detenciones arbitrarias, las torturas y los asesinatos ocurridos en Venezuela, especialmente tras la ola represiva desatada después de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024.
La movilización, que se llevó a cabo tanto de forma presencial como virtual, ha sido convocada por la oposición venezolana como parte de una jornada global de protestas. Los organizadores destacaron que esta protesta busca denunciar las graves violaciones de derechos humanos en Venezuela y hacer un llamado urgente a la CPI para que intervenga ante la impunidad que persiste en el país.
Además de las concentraciones en las plazas y frente a iglesias en varias ciudades de Japón, se llevó a cabo una fuerte movilización virtual, con la participación activa de quienes no pudieron asistir físicamente. Los organizadores instaron a los manifestantes a pintarse las manos con pintura roja de labios y colocarlas sobre sus bocas, compartiendo las fotografías en redes sociales con el hashtag #CPIActúaYa. Esta imagen, según los organizadores, representa el “silencio” impuesto por la represión y busca visibilizar la lucha por la justicia.