Sueño que más temprano que tarde Venezuela pueda contar con un gobierno democrático reconocido por todos los países del mundo y, sobre todo, reconocido y respetado por todos los ciudadanos de Venezuela.
Fue la frase más reiterada y destacada del formidable discurso pronunciado por Martin Luther King, líder en la luca por los derechos civiles pronunciado frente a la estatua de Abraham Lincoln en la capital de los Estados Unidos.
–Yo tengo un sueño-, decía el ilustre orador. Modestamente yo quiero decir que -yo también tengo un sueño-. Sueño que más temprano que tarde Venezuela pueda contar con un gobierno democrático reconocido por todos los países del mundo y, sobre todo, reconocido y respetado por todos los ciudadanos de Venezuela.
Un gobierno democrático que respete el concepto de república federal. Que respete a los gobiernos regionales y a los municipales. Que respete la autonomía política y financiera de esas instancias del poder público.
Un gobierno que promueva el desarrollo económico y que sea capaz de generar la confianza de los inversionistas nacionales e internacionales. Que promueva el aprovechamiento de nuestros grandes recursos humanos y materiales. Del petróleo, de hierro, del aluminio, del oro y de los demás minerales preciosos que esconde nuestra geografía.
Un gobierno que recuerde la potencialidad agropecuaria de la nación y se ocupe de promover inversiones en el campo. Construir la vialidad agrícola para facilitar la salida y comercializacio4n de nuestra riqueza agropecuaria.
Un gobierno que promueva el turismo, la industria sin chimeneas, que genera tantas divisas y tanto empleo.
Un gobierno que promueva la justicia social. El pleno empleo, la seguridad social, moderna y eficiente. El salario mínimo que alcance para vivir con dignidad. La justa remuneración de los trabajadores, especialmente de los maestros y de todos los que trabajan en la educación y en la salud. Que mejore las escuelas desde el prescolar hasta la educación superior o universitaria.
Un gobierno que se ocupe de garantizar luz eléctrica todo el año y para todos los venezolanos en toda la geografía nacional.
Un gobierno que acabe con la inflación, la corrupción, la crisis cambiaria, el alto costo de la vida.
Que nos garantice buenos y eficientes servicios públicos, especialmente en tres áreas: la educación, la salud y la seguridad.
Un gobierno que promueva la unión de los venezolanos y no la división y el odio. Que promueva el desarrollo y el progreso de todas las familias venezolanas.
Tengo ese sueño y siento que más temprano que tarde mi sueño se hará realidad.
Seguiremos conversando.
Eduardo Fernández
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