El principal candidato opositor en las recientes elecciones presidenciales de Venezuela, Edmundo González, ha afirmado que su regreso a Caracas «para tomar posesión como jefe de Estado» es una posibilidad que sigue firme, a pesar de las dificultades y el exilio en el que se encuentra desde principios de septiembre.
González dejó claro que no contempla la idea de ser investido fuera de Venezuela y que su objetivo sigue siendo regresar al país para cumplir con su mandato constitucional, previsto para el próximo 10 de enero.
González subrayó que la fecha es clave, ya que marca el vencimiento del mandato de Nicolás Maduro, quien ha sido proclamado como ganador de las elecciones, a pesar de las objeciones de la oposición interna y de la comunidad internacional. “Yo fui el ganador con más de siete millones de votos y aspiramos a que se respete la voluntad popular”, afirmó González, quien considera que su ventaja sobre Maduro habría sido aún mayor si los venezolanos en el extranjero hubieran podido participar en los comicios.
En sus declaraciones, González también aprovechó para señalar la situación política de Venezuela, que vive un escenario tenso entre el gobierno de Maduro y la oposición. Recordó que su candidatura asumió el liderazgo ante la inhabilitación de María Corina Machado, quien sigue siendo vista por González como la «líder de este proceso». A pesar de la distancia, González y Machado mantienen una relación «muy cordial», y el líder opositor destacó los esfuerzos de su compañera por movilizar a la oposición y exigir más presión internacional para lograr el cambio de gobierno.
En cuanto al diálogo con la administración chavista, González no descartó la posibilidad de negociar una transición pacífica para Venezuela. «Estamos dispuestos a negociar una transición en paz para Venezuela», afirmó, dejando abierta la puerta a un posible entendimiento con Maduro, aunque insistió en que lo esencial es que se respete la «soberanía popular» que se expresó en las urnas el pasado 28 de julio.
A pesar de la incertidumbre que rodea su regreso a Venezuela, González se mostró optimista sobre las posibilidades de que se reabra el debate internacional sobre su reconocimiento como presidente electo, destacando que países como Italia y Estados Unidos ya han dado pasos en esa dirección.