La economía venezolana continúa enfrentando desafíos significativos, evidenciados por la reciente disminución de sus reservas internacionales. Según un análisis de la consultora económica Síntesis Financiera, que expresa que las reservas internacionales de Venezuela «bajaron US$ 596 millones en las primeras tres semanas de noviembre«.
Posteriormente, explicó en sus redes sociales que las reservas han venido «bajando diariamente en forma casi ininterrumpida desde el 30 de septiembre y han perdido US$ 687 millones desde entonces hasta el 21 de noviembre«.
Esta caída es resultado, principalmente, por la disminución de las reservas líquidas, es decir, el dinero en efectivo disponible en divisas extranjeras. Según los cálculos de Síntesis Financiera, las tenencias de divisas han disminuido en un 47% durante el mes de noviembre.
La venta de dos toneladas de oro monetario por parte del Banco Central de Venezuela (BCV) en octubre, equivalente a unos US$ 180 millones, también ha contribuido a esta disminución. Si bien esta operación permitió estabilizar las reservas en divisas durante ese mes, no fue suficiente para detener la tendencia a la baja a largo plazo.
La fuerte intervención cambiaria en efectivo por parte del BCV, ha sido un factor que ha impulsado esta caída en las reservas, mientras que no se alcanza un punto de normalidad en los precios de divisas que permita un punto de partida para la estabilización económica.
La disminución de las reservas internacionales genera preocupación entre los expertos, ya que limita la capacidad del país para hacer frente a sus obligaciones externas y debilita la confianza de los inversores. Además, esta situación puede generar presiones sobre el tipo de cambio y aumentar la inflación.