En los últimos meses, los transportistas de Barquisimeto han venido alzando su voz de protesta debido a las difíciles condiciones que enfrentan para poder operar. Señalan la escasez de gas vehicular y las constantes trabas burocráticas, impuestas por la Autoridad Metropolitana de Transporte y Tránsito (AMTT), que han puesto en jaque la estabilidad de muchas líneas de transporte en la capital larense.
A estas dificultades se suman los costos elevados de la carnetización y la imposición de nuevas tarifas en dólares que dificultan aún más la labor de quienes prestan el servicio de transporte público en la ciudad.
Escasez de Gas y Combustible
Uno de los principales problemas denunciados es la escasez de gas vehicular, que afecta directamente a los conductores que dependen de este combustible para poder cubrir las rutas. Los transportistas aseguran que deben hacer largas colas en las estaciones de servicio, a veces durante días, para poder abastecer sus unidades. Según Yeferson Suárez, uno de los transportistas consultados dijo «aquí ando en la cola del gas, ya voy para tres días haciendo la cola. Tan solo 50 metros es lo que nos terminan surtiendo, lo cual no debería ser así, pero es lo que tenemos para trabajar un día y después volver a meternos en la cola otra vez.»
Esta escasez afecta la capacidad operativa de las unidades, obligando a muchos conductores a recurrir a la gasolina como alternativa, una modalidad que también presenta serios inconvenientes debido a las limitadas cantidades de combustible que se despachan.
Burocracia y Trabas Administrativas
Además del problema con el suministro de combustible, los transportistas señalan una creciente burocracia que entorpece su labor diaria. La AMTT, que antes otorgaba permisos directamente a las rutas y unidades, ahora exige una serie de requisitos adicionales para poder otorgar las cartas de servicio.
Según testimonios de transportistas que prefieren mantenerse en el anonimato por miedo a represalias, el proceso se ha vuelto una verdadera traba, donde las unidades deben esperar días o incluso semanas para recibir la autorización. «Están cobrando 520 bolívares, que vienen siendo 10 euros, por la carta de servicio. ¿Cómo es posible que nos cobren 10 euros por un documento cuando el pasaje está en 15 bolívares?«, lamenta uno de los afectados.
Además, el proceso de carnetización de los conductores por línea también ha generado malestar. A los transportistas se les exige un carnet por cada unidad, con un costo de 7 dólares por el primer carnet y 5 dólares por las renovaciones. Sin embargo, al ir a realizar el trámite, descubren que deben pagar más por los accesorios, como el portacarnet y la banda para colgarlo en el cuello.
Precios en Divisa y Condiciones de Trabajo
Otro de los puntos que ha generado malestar entre los transportistas es el hecho de que muchos de los productos básicos para el mantenimiento de las unidades, como aceites, cauchos y baterías, son vendidos a precios en divisas extranjeras, mientras que el transporte público se sigue cobrando en bolívares.
«Los aceites y los cauchos salen más caros que en cualquier otra venta de repuestos y, de paso, te obligan a pagarlos en divisa americana. Nosotros cobramos en bolívares, la moneda en curso legal del país», explican los transportistas. A esto se suman las multas que les imponen por diversas infracciones, que también son cobradas en dólares o euros, lo que les resulta aún más insostenible dado el bajo costo de los pasajes.
El Impacto en el Servicio Público
Los transportistas también se quejan de que deben asumir cargas sociales sin recibir compensación alguna, como el transporte gratuito de los adultos mayores y el pasaje reducido para los estudiantes. A pesar de que esto aumenta la demanda del servicio, apuntan que no reciben ningún beneficio o apoyo económico para poder hacer frente a estas obligaciones.
«Nos toca cargar al adulto mayor gratuitamente, el estudiante paga la mitad, y el que no tiene pasaje no lo podemos dejar. ¿Qué beneficios obtenemos nosotros? Ninguno. No hay bono, ni ayuda para repuestos, ni trato preferencial para el combustible», afirman.
Pese a las quejas y denuncias de los transportistas, esperan en los próximos días reunirse con la AMTT para generar claridad sobre cómo solucionarán estas situaciones. Concluyen argumentando que «todo sigue siendo insostenible» para muchos conductores, quienes ven cómo las dificultades diarias afectan no solo sus ingresos, sino también la calidad del servicio que ofrecen a los ciudadanos.