En un contexto económico desafiante, la economía circular emerge como un modelo con grandes oportunidades para las empresas en Venezuela. Joel Campuzano, administrador y presidente de Ecospe Consultores CA., sostiene que esta forma de pensar no solo puede ayudar a reducir costos, sino también aumentar la independencia operativa, lo que la convierte en una opción estratégica frente a las dificultades del país.
Campuzano, quien está realizando una investigación con expertos en energía circular en Venezuela, afirmó que las particularidades del entorno local requieren soluciones que no se encuentran fácilmente en modelos internacionales. En su opinión, la situación económica en Venezuela, lejos de ser un obstáculo, ofrece una oportunidad única para implementar prácticas sostenibles y rentables en diversos sectores productivos.
Una de las principales oportunidades que ve Campuzano radica en el uso de energías renovables dentro de sectores agroindustriales. Estas energías no solo contribuyen a la sostenibilidad, sino que también permiten reducir significativamente los costos de producción, además de fomentar una mayor independencia operativa. A ello se suma el aprovechamiento de desechos generados por otras empresas, lo que agrega un valor extra al concepto de economía circular.
“En Venezuela, la economía circular no pasa por eliminar las energías fósiles, sino por diversificar la matriz energética”, aseguró Campuzano. En este sentido, un ejemplo práctico sería el uso de desechos orgánicos de hatos ganaderos, los cuales podrían transformarse en compostaje, o incluso el aprovechamiento de los desechos del ganado para producir biocombustibles, reduciendo así la necesidad de recursos externos.
Si bien el reciclaje sigue siendo una parte importante de este modelo, Campuzano enfatizó que lo que realmente marca la diferencia es la reducción en la generación y producción de desechos. Este enfoque, además de ser más eficiente, permite un impacto positivo a largo plazo en el medio ambiente y en los costos operativos de las empresas.
Por su parte, Isaac Vera, ingeniero químico y especialista en economía circular, subrayó que este modelo busca mantener los productos en circulación el mayor tiempo posible, a diferencia de la economía lineal tradicional, que implica la compra, uso y descarte de productos. Según Vera, aunque la economía circular ha captado el interés de la población, el mayor desafío radica en un cambio cultural y de comportamiento tanto a nivel empresarial como de consumidores.
Vera explicó que la transición hacia la economía circular requiere un enfoque integral, que combine simbiosis industrial, cambio cultural y una inversión consciente. Sin embargo, destacó que muchas de las acciones necesarias para dar este paso ya están al alcance de las empresas, incluso aquellas con pocos recursos. Las organizaciones que cuenten con una estrategia clara y una cultura organizacional sólida tendrán mayores probabilidades de implementar este modelo con éxito.
En este sentido, tanto Campuzano como Vera coinciden en que la economía circular no es solo una tendencia global, sino una estrategia de negocio viable y beneficiosa para Venezuela, donde las circunstancias actuales ofrecen un terreno fértil para la adopción de este modelo innovador.