La vuelta a la temporada escolar y la preparación de las meriendas diarias es un momento para revisar las prácticas alimenticias de nuestros niños, especialmente considerando los desafíos que presentan la obesidad infantil, la anemia y las alergias alimentarias. En este sentido, la lonchera de los niños desempeña un importante papel en la prevención de factores de riesgo, en la regulación de los niveles de energía de los niños y adolescentes, como en el aporte de los nutrientes esenciales para su crecimiento y bienestar.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) una lonchera ideal debe contener un lácteo, un cereal, una proteína y alguna fruta, proporcionando entre el 10 y 20% de las calorías totales diarias recomendadas.
Los padres de familia tienen el reto diario para encontrar el equilibrio y la variedad en las loncheras, donde la selección de los lácteos garantiza una fuente importante de proteínas, calcio y vitaminas. Es aquí donde los productos Bufalinda, elaborados 100% con leche fresca de búfala, destacan por el alto valor nutricional y energético que aporta así como también por ser un aliado para el refuerzo del sistema inmunológico y de la salud digestiva. Reconocida por su mejor digestibilidad es una alternativa para los alérgicos e intolerantes a la leche de vaca.
Menú completo y saludable: preparando la lonchera
Al ofrecer opciones coloridas, sabrosas y atractivas, motivamos a los niños a disfrutar de sus alimentos mientras se benefician de sus valores nutricionales.
Incluir yogurt es una fuente rica de calcio y pro bióticos. En este rubro El Griego de Bufalinda tiene todos los beneficios de la leche de búfala ayudando a promover una digestión saludable y fortalecer el sistema inmunológico. Para niños o adolescentes con ciertas intolerancias esta opción es la más recomendable, por su contenido de caseína beta A2 que la hace más digerible y tolerable.
Así mismo, los quesos frescos como los bocconcini y la mozzarella, la ricotta y el queso crema son una excelente fuente de proteína, superior a la aportada por la leche de vaca. En pequeñas porciones pueden ser una parte deliciosa de las loncheras. También con arepas, sándwiches o bollitos.
Los huevos duros o las tortillas son una fuente excelente de proteína y vitamina D y se pueden acompañar con panes integrales que aportan más fibra y nutrientes que el pan blanco. Otros elementos ricos en fibra a considerar son las frutas frescas, ricas en vitaminas, minerales y fibra. Opta por frutas de colores vivos como fresas, naranjas, y manzanas, que son altas en vitamina C y antioxidantes. Al igual que los vegetales crudos que pueden ser muy atractivos para los niños si se presentan de manera divertida.
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