Por alguna razón el sufrimiento es un motor evolutivo hasta que aprendamos amar; esto debe ser la primera cualidad de todos los que amamos la paz, la convivencia y el ruego por la armonía y la salud física y mental que todos necesitamos , sobre todo la gente que desea desarrollar su creatividad y ser buen ciudadano que piensa en el trabajo honesto, con ética, para que sea cuidado esos valores como algo muy apreciado, pulcro y limpio por ser producto del esfuerzo y digno trabajo que merece el mayor de los respetos y admiración, por ser un aporte que contribuye a solucionar problemas en todos los sentidos; nuestros deseos es que se apoye a todo los que tengan ideas y ánimo de trabajar y producir sobre todo alimentos que generen puestos de trabajo como lo es la agricultura y ganadería como primer rubro, aprovechar nuestras buenas tierras y el ánimo del que sabe, ama y produce que es el agricultor y ganadero nato, que trae en las venas esa sangre que no hay fuerzas por poderosa que sea que frene su amor por el campo, por ser esto una bendición de Dios que nos doto de todas las riquezas del planeta para que todo estemos bien, pero hay algo que no se explica ¿por qué nuestra rica nación vive en incertidumbre?
Sabemos que el aislamiento es un reflejo de lo que no está sano y eso no es lo que deseamos, si en nuestro país hay de todo y en abundancia, no hay forma de entender por qué esa estampida o diáspora o como se llame, esto ha sido muy lamentable porque lo que trae es desilusión, desintegración de la familia, lágrimas, no estoy culpando a nadie, mi mejor deseo o aspiración es que el Espíritu Santo ilumine a los que toman las decisiones del país, las ideas y forma de darle un parao a esta anomalía.
El pasado crece y el futuro mengua lo dijo “San Agustín” pero me atrevo con toda fe hacer hasta lo imposible en ponernos un chip que diga “ primero mi país y nunca hablar mal de él, uniéndonos en positivo, destacar o resaltar nuestras riquezas y hacerlas crecer”; lo difícil puede ser hacerlas pero aquí están hechas y esto es un logro, una bendición y hasta admirado y envidiado por buena parte del mundo que carece de lo que a nosotros nos sobra y debemos protegerla con la mayor disciplina y voluntad, con amor y ética, sin olvidar que puedes ignorar la realidad pero no puedes ignorar las consecuencias de ignorar la realidad.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán