El estado de Texas continúa con sus esfuerzos para reforzar la seguridad fronteriza, al agregar más boyas flotantes al río Grande, a pesar de la oposición de la administración Biden, que presentó una demanda para detener esta medida. El gobernador republicano Greg Abbott defendió la instalación de las barreras, asegurando que las boyas llegaron para quedarse y que seguirán siendo parte de la estrategia estatal para disuadir la inmigración ilegal.
«A pesar de los intentos de la administración Biden-Harris de poner fin a nuestros esfuerzos de seguridad fronteriza, las boyas llegaron para quedarse», expresó Abbott a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), junto con un video que muestra las boyas flotantes interconectadas, del tamaño de una lavadora, que giran cuando se las agarra. Las autoridades de Texas han ampliado la barrera flotante, que inicialmente abarcaba unos 300 metros (aproximadamente 1,000 pies) del río, entre la ciudad de Eagle Pass, Texas, y la frontera con México.
Las nuevas boyas son una extensión de un sistema que se había instalado previamente en una de las zonas más críticas para los cruces ilegales de migrantes, un área que había sido testigo de un aumento de intentos de cruce no autorizado el año pasado. La medida se enmarca dentro de los esfuerzos del gobernador Abbott para frenar la inmigración ilegal en el estado, un tema de alta prioridad para el gobierno estatal.
Abbott, quien ha sido un firme defensor de políticas de inmigración más estrictas, reafirmó su compromiso de no retroceder en su misión de “disuadir y repeler la inmigración ilegal”. La administración de Biden, por su parte, ha cuestionado la legalidad de las boyas flotantes, presentando una demanda para exigir la remoción de estas barreras en el río Grande. Sin embargo, a pesar de los intentos legales, Abbott insistió en que las boyas seguirán siendo una parte integral de los esfuerzos de seguridad fronteriza de Texas.
Las autoridades fronterizas de Texas se están preparando para una posible oleada de migrantes en las próximas semanas, mientras muchos intentan cruzar antes de que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo. A pesar de que hasta el momento no se ha registrado un aumento significativo en los cruces ilegales, las autoridades siguen anticipando un repunte en la actividad migratoria hacia finales de año.