Para “LA RED DE INSTITUCIONES LARENSES,” considerada por propios y extraños como la institución de instituciones, se hace imprescindible rendir tributo y reconocimiento a la labor realizada por “LA FUNDACIÓN PARA EL DESARROLLO DE LA REGIÓN CENTRO OCCIDENTAL, FUDECO,” en ella innovación concretaba la actualización periódica de sus procesos organizativos y la concepción de sus productos y servicios atendiendo necesidades percibidas, objetivos territoriales y recursos disponibles, con base en una fuerte cultura de participación, trabajo en equipo, monitoreo del entorno y relaciones interinstitucionales. FUDECO consideró la innovación como una forma de ser y hacer comportándose como una agencia de desarrollo innovador, referente para el diseño o reorganización de organizaciones territoriales.
La innovación en “FUDECO” se concretaba principalmente en la introducción de nuevos procesos o métodos de formulación de estudios, planos y proyectos; la concepción “a la medida” de sus productos y servicios pues cada solución respondía a un análisis específico de necesidades, objetivos y recursos disponibles; así como la introducción de cambios en la estructura organizativa a fin de ganar eficiencia y pertinencia en la atención a las demandas del entorno. Apoyó la innovación por iniciativa propia como una forma de ser y hacer, aunque ello no formará parte de sus directrices formales, de modo que, en la experiencia real, se comportó como una agencia de desarrollo innovador.
Para mí, un ejemplo demostrativo de la importancia que reviste la creación de una institución como “FUDECO,” fue que siendo el café un rubro de vital importancia ecológica, económica, social, turística, para un amplio segmento de la sociedad agrícola del estado Lara, por ser el primer productor de la noble cereza, cuyo cultivo era realizado por más de 22 mil familias larenses, que aportan, aproximadamente, el %29, del Producto Interno Bruto (P.I.B.) del estado Lara, según estadísticas creíbles del extinto “Fondo Nacional del Café, FONCAFÉ,” y de la misma “FUDECO,” desarrolló la “Finca Las Lomas,” unidad de producción experimental comercial ubicada en Villanueva, municipio Morán, estado Lara, Venezuela. En esta finca se realizaban actividades hortofrutícolas tanto de producción ecológica como convencional, en 894 hectáreas. Fue la última finca experimental de café del país y la única finca experimental en plantaciones de “Nuez de Macadamia». Además de contribuir con el sistema educativo porque en ella estudiantes de escuelas técnica agropecuarias y de diferentes universidades nacionales y hasta del exterior, hacían sus respectivas pasantías. Siendo una de las más antiguas y productivas fincas de Venezuela, Este ejemplo de eficiencia y eficacia, en lo que a producción de café se refiere, que creó variedades resistentes a la Roya, como la denominada popularmente, Colombia 27, cuyo nombre técnico es “Café Villanueva,” buscado afanosamente por caficultores del resto del país y de países experimentados en el cultivo como lo son Colombia y Costa Rica, tan sólo por nombrar algunos y cuya producción supera los 3000 quintales de café /año, amén de la experiencia en producción de “NUEZ DE MACADAMIA,” traída desde Costa Rica por agrónomos como Feyis Dappo, cuando becados por “LA FUNDACIÓN PARA EL DESARROLLO DE LA REGIÓN CENTRO OCCIDENTAL. FUDECO,” fueron al amigo país, a realizar posgrados en tan importante profesión.
Todo ese esfuerzo de profesionalismo, conocimientos demostrados, integridad, trabajo honestidad, tesón perseverancia e inversión fue destruido por personas que, supongo, delictivamente invadieron esta fuente de investigación y de enseñanza productiva, estando bajo la, presunta, responsabilidad de la “Corporación Venezolana del Café,” en la forma legal de un comodato, después de que “FUDECO,” fue sustituido, creo que, por “Corpolara” y que, presuntamente, dicen pertenecer a una comuna denominada “Argelia Laya”.
A pesar que, “FUDECO” fue un bastión de suma importancia para los caficultores, sobre todo en el quinquenio final de la década de 1900, allá, cuando siendo su presidente el Ingeniero Manuel Col, emprendimos una lucha épica, desarrollada en todo el país caficultor y el personal de “FUDECO,”, no dio todo el apoyo técnico científico necesario para demostrar, ante el gobierno de turno, la validez de nuestros reclamos, de manera apolítica e imparcial.
Por esta y muchas otras razones como, por ejemplo, el material técnico científico que `poseía “FUDECO”, que servía de apoyo a destacados investigadores, y que imagino, es irrecuperable, en este, el “60 Aniversario de su fundación”, quiero agradecer a las directivas de “LA FUNDACIÓN PARA EL DESARROLLO DE LA REGIÓN CENTRO OCCIDENTAL, FUDECO, y a todo su personal, muy especialmente al ingeniero Alexis Urdaneta, todo el apoyo brindado a las humildes familias caficultoras en el logro de sus reivindicaciones sociales. También, muy especialmente, quiero hacer un reconocimiento póstumo al ingeniero Feyis Dappo.
“HONOR A QUIEN HONOR MERECE”.
Maximiliano Pérez Apóstol