Marceliano Camacaro: La miel de Bobare es la más exquisita de Venezuela #20Nov

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No tiene marca, pero tampoco comparación,  porque su olor, color y sabor se combinan para hacerla la más exquisita de Venezuela,” afirma Marceliano Camacaro  al hablar de la miel que él recolecta en Bobare, capital de la parroquia Aguedo Felipe Alvarado, municipio Iribarren.

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“Si cada quesero alaba su queso, ,yo tengo que alabar la miel que cosechó desde hace cuarenta y cuatro años,” dice socarronamente cuando visita la redacción de El Impulso. donde muestra un frasco grande y varios pequeños que lleva para vender, pero quiere que los presentes aprecien las cualidades del fluido viscoso que él pregona muy orgullosamente.

Durante el tiempo que lleva trabajando con las abejas, ¿Cuál ha sido el momento más difícil que ha tenido?

Cuando comencé a trabajar con las abejas. Me atacaron, pero yo le pedí a mi esposa que me regara mentol  por todas las partes afectadas y eso bastó para quedar inmunizado. Claro está, para hacer el trabajo hay que utilizar un velo en la cara, cubrirse bien la cabeza, colocarse una braga blanca encima de la camiseta y la  camisa mangas largas y calzar botas de goma que no sean oscuras, porque las abejas atacan todo lo que sea negro. Es una labor muy agotadora, pero satisfactoria. 

¿Ha tenido dificultad con alguna especie en particular?

Cuando llegaron las abejas africanas todo los apicultores dejaron de ocuparse de su actividad, porque tan pronto aparecieron sus ataques fueron tan mortíferos que la gente cogió miedo. Mataron perros, gatos, gallinas y todos los animales. La que se conocía aquí, aparte de la nativa, denominada la melipona,  era la llamada caucásica, traída por los españoles durante la conquista y la cual era mansa y domesticada. Pero, las africanas acabaron con las abejas reinas y todas las abejas obreras, apoderándose de las colmenas. Fue entonces cuando decidí por mi experiencia buscar una solución al problema con otro tipo de abeja. Recurrí a unos amigos, comerciantes colombianos, para que me trajeran  de Miami unas abejas reinas procedentes de Chipre, las cuales utilicé para quitarle la agresividad a las abejas africanas.

¿Cuál fue el resultado?

Como esas abejas africanas producen mucha miel, había que aprovecharlas, y así sucedió. Ya dominada su agresividad se les conoce como africanizadas. Eso sí, no se pueden tener en el patio de la casa sino más allá de 500 u 800 metros de las residencias, donde mejor se pueden ubicar. Con las que me trajeron comencé a experimentar. Yo agarraba una colmena, las ponía huérfanas de las reinas por cuatro días en que ellas procedían a destruir las celdas reales y después colocaba la que iba a ser la madre pura y  trasladaba cuarenta larvas, una en cada celda, para que esa madre las alimentara. A los nueve días siguientes hacía cuarenta núcleos, que es un cuadro de miel con polen, dos cuadros de cría con abejas recién nacidas que no volaran y así era posible que en cada celda naciera una reina, a la cual había que hacerle un seguimiento desde el nacimiento hasta su período de fecundación, que es de 21 días. Debo decir que para el nacimiento transcurre un lapso de por lo menos trece días, ya que eso depende de la eclosión para obtener la larva.

¿Ese es un proceso complicado?

De un tiempo impredecible. Tienen tiempo de fecundación, pero hay casi siempre dos reinas que fecundan antes de lo esperado. La reina es la madre de la colmena. Pone de 2.500 a 3.000 huevos diarios. Y eso sucede después de que la reina sale a volar, hace un giro conocido como vuelo nupcial durante el cual es copulada por el zángano, ella inmediatamente lo aguijonea y él muere en el acto, cayendo  al suelo, pero ya la ha fecundado. Ese proceso dura entre quince y veinte minutos porque no es un solo zángano el fecundante, ya que ella recibe entre seis y siete zánganos durante ese vuelo nupcial. Con la abeja africanizada se ha dado un mestizaje, ya que nacen unas abejas más amarillas, otras negras y de tonos oscuros.

¿Ya no son africanas?

Son africanizadas porque aquí fueron domesticadas. Conviene decir que cuando llegaron las africanas, el gobierno de entonces tomó en cuenta la situación y procedió a regalarle a los apicultores las reinas importadas. A mi me regalaron dos reinas, las que mataron a los perros y gatos de la casa. Uno paga la noviciado hasta que aprende. 

En cuanto a la actividad, ¿Cuánta miel logra recolectar?

Yo podía cosechar hasta 12.500 kilos por año; pero, ahora apenas logró  900 kilos.

¿A qué se debe esa reducción?

A la situación crítica que nos ha causado el gobierno. Yo era un apicultor próspero, había adquirido cinco vehículos para trabajar y tenía 76 millones de bolívares en el banco; pero, al ser devaluada la moneda, de la noche a la mañana, me quedé con 760 bolívares. Y los costos de producción son costosos. Para dar un ejemplo, un cajón para la  colmena tiene un valor de 200 dólares. Y nosotros no tenemos incentivos para producir.

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