Realmente no tiene una política agropecuaria este gobierno, porque lo último que anunció recientemente uno de sus ministros fue retomar la siembra en los urbanismos, azoteas, barrios, escuelas y liceos, donde se pueda cultivar aliños verdes, hortalizas y frutas.
Al emitir su opinión, Lorenzo Monasterios, presidente de Un Nuevo Tiempo y agrotécnico de profesión, considera que anuncios de ese tipo suenan a burla porque contrastan con los gobiernos de países del continente que en verdad sí establecen normativas para optimizar el acceso y gestión de los programas de préstamos a los agricultores y ganaderos, a quienes se les garantizan financiamiento con intereses bajos, pagos flexibles y pocos requisitos para ser beneficiarios de los créditos.
Es lamentable para los agricultores que este gobierno no haya tenido sensibilidad, ni deseo de apoyo a los trabajadores del campo, denunció. No hay programa de financiamiento para quienes se dedican a labores agrícolas, pecuarias, forestales y pesca. Lo que hay de producción de alimentos se debe en más del 85 por ciento al esfuerzo, tesón y decisión de los propios productores, quienes tienen que hacer sus inversiones a todo riesgo, por cuanto no existe ni siquiera un seguro que los proteja de contingencias o desastres naturales como los ocasionados por las últimas lluvias que arrasaron las siembras en varias partes del país.
La Constitución es muy clara cuando dice que el Estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica de desarrollo rural integral, a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la población. Y, al mismo tiempo, reza que el Estado dictará, entre otras medidas, el financiamiento.
Pero, ya vemos que el gobierno está distraído y pretende alimentar a los venezolanos con “aliños verdes, hortalizas y frutas” sembradas en los urbanismos, azoteas, barrios, escuelas y liceos cuando hay aproximadamente once millones de hectáreas aptas para la explotación agrícola y se encuentran en producción apenas 650 mil hectáreas.
Planteamientos muy serios han hecho Fedeagro y Fedenaga, organismos que representan tanto a los productores agrícolas como pecuarios, al solicitarle al Estado el financiamiento necesario para que Venezuela deje de importar alimentos y materias primas que aquí puede producir porque condiciones existen para lograr esos objetivos.
Si no hay financiamiento para los agricultores y ganaderos, menos para los productores de piña y miel del estado Lara, para citar un solo ejemplo, comentó Monasterios. Tímidamente hay un banco del Estado que está ofreciendo créditos al sector agrícola, yo me comuniqué telefónicamente con la entidad bancaria y recibí de respuesta que llamara en otra oportunidad porque no tenían información que ofrecer sobre el anuncio.
De modo, pues, que realmente no existe una política definida para el sector agropecuario.
Y es de esperarse que así como se está anunciando una agricultura urbana volverá posiblemente a presentarse la oferta de los gallineros verticales en casas de barrios y urbanizaciones como ofreciera el extinto Hugo Chávez cuando creyó que de esa manera la gente iba a tener huevos de gallina en sus domicilios y no salir a la bodega a comprarlos para prepararse un perico con los aliños verdes que se cultivarán ahora, concluyó sus declaraciones Lorenzo Monasterios.