En Lara, como todos los sectores de la economía, se nota muy deprimida la actividad agroindustrial, según la apreciación del especialista en esa rama, ingeniero Félix Ereú, entrevistado en la redacción de El Impulso.
Como se sabe, la agroindustria es la encargada de procesar la producción primaria agrícola, pecuaria, piscícola y apícola para suministrar un producto terminado a la red de distribución y comercialización de alimentos.
Toda la cadena es afectada por el debilitamiento de la moneda nacional y, además, por todas las políticas que existen, las cuales no ofrecen garantías, ni seguridad, ni los incentivos necesarios, primero para la producción primaria y luego para el procesamiento de los productos.
Aunque esa situación es crítica, importante es destacar que se cuenta con eficientes profesionales y gente con experiencia tanto en la producción primaria como en la agroindustria. Observamos, dice, que hay disposición para que ese estado de cosas cambie y estamos en pie de lucha con todos los productores para hacer posible aprovechar nuestro potencial económico.
Señala que todos los sectores —grandes, medianas y pequeñas industrias– han sido afectados por diferentes razones: algunas fueron expropiadas, otras golpeadas económicamente y muchas perjudicadas al no contar oportunamente con las materias primas para poder mantenerse en plena actividad. Cuando se rompen estos eslabones no se pueden ver las cosas desde un solo enfoque, hay que verlos de forma global, porque hay una integralidad de todos esos procesos y nosotros formamos parte de eso.
¿Cómo estaba Lara antes de que sucediera esta situación?
Pujante, con unas expectativas de producción importante, que todavía las tiene porque el potencial se mantiene, ya que éste no va a cambiar. La cultura de producción y la gente que sabe hacer las cosas, las tenemos. Afortunadamente, hay gente que tiene empeño y apuesta al desarrollo de la región. Las expectativas que teníamos –y aún tenemos– son de un crecimiento exponencial y pensamos que es posible conseguir una soberanía agroalimentaria. Porque en la medida que avancemos y fortalezcamos todos los sectores, nosotros podemos ser autosuficientes en el sentido de promover la producción primaria, tener la materia prima y procesarla.
Por otra parte, en Lara tenemos una buena producción de ganado bovino, que la ha distinguido internacionalmente porque la raza Carora es la mejor demostración de que el larense puede idear, innovar y crear una especialidad genética que aporta grandes beneficios a la cría nacional y entrar en el escenario competitivo. De igual forma nos destacamos con el ganado caprino y la producción muy importante de los derivados de la leche.
¿Es cierto que más del 90 por ciento de la leche es destinado a la confección de queso artesanal?
Por lo general, es así y la producción de queso que tenemos es el blanco tipo llanero. Lara se ha caracterizado por fabricar ese producto para todo el país y además, el suero y otros derivados. Sin embargo, todo eso ha sido afectado también. Se necesitan buenos pastos para que se alimenten los rebaños y tener una producción láctea de buena calidad. Sin embargo, se están haciendo esfuerzos todos los días para mantener esa condición de proporcionar buenos productos.
Conviene resaltar que el productor larense está trabajando a propio pulmón y con los riesgos que implica producir en un medio con políticas inciertas. Admiro a nuestros productores porque apostar a lo que ellos hacen es valiente, ya que deben batallar con una serie de cosas.
En cuanto a las expectativas que tiene el sector agroindustrial, el ingeniero Ereú dice que afortunadamente hay una gran cantidad de profesionales, gente con experiencia, productores en distintos niveles y rubros, que están bregando por elevar la producción, en este caso larense, y tienen que hacer todos los esfuerzos. El recurso humano, que es el más valioso, lo tenemos y hay que ir apostando por el mejoramiento de las condiciones económicas del país.