Este jueves 14 de noviembre, a las 7:20 de la mañana murió Jesús Manuel Martínez Medina, quien era un detenido postelectoral desde el pasado 29 de julio, un día después de haber sido testigo de mesa en la escuela Guzmán Bastardo durante la elección presidencial. Fue capturado en el sector plaza El Carmen del municipio Aragua, estado Anzoátegui.
Según información de El Tiempo, Martínez falleció en el Hospital Universitario Dr. Luis Razetti de Barcelona. Padecía diabetes tipo II y presentaba dificultades cardíacas. Se encontraba recluido en la sede policial de Lechería y producto de su enfermedad, le había brotado algunos abscesos en la piel.
El viernes 8 de noviembre, el abogado y exfiscal del Ministerio Público, Zair Mundaray, denunció que «nunca le prestaron atención médica hasta que se le infectó toda la pierna” y lo trasladaron al Razetti, indicó el medio local anteriormente mencionado.
Ante este suceso, la abogada y defensora de Derechos Humanos, Tamara Suju indicó a través de su cuenta en la red social X, que «desde hace unos días se pedía en las redes sociales por atención médica especializada y urgente, ya que tenía necrosis en las piernas por la diabetes que padecía, agravada por los maltratos sufridos, la falta de atención sanitaria y las condiciones inhumanas de la prisión».
El partido político Primero Justicia reseñó: «Denunciamos ante el país y la comunidad internacional la muerte bajo custodia de funcionarios madurista del preso político Jesús Manuel Medina, joven detenido por ser testigo electoral de Edmundo González Urrutia (@EdmundoGU) en las elecciones presidenciales del #28Jul».
Por otra parte, Voluntad Popular sentenció que «este trato cruel a los presos políticos evidencia la grave violación de sus derechos humanos, tal como hemos venido denunciando ante la opinión pública y la comunidad internacional en diferentes instancias. El caso de Jesús no puede repetirse; este país no tolera más muertes».