La designación de Marco Rubio como Secretario de Estado de Estados Unidos para el gobierno del presidente electo Donald Trump, podría significar un cambio de rumbo interesante en cuanto al enfoque en América Latina ya que no tiene una visión aislacionista, sino más muscular, distinta a la de Trump que se enfoca en tener poder militar y económico, para solo usarlo cuando estén en juego intereses económicos o la seguridad.
Así lo expresó Víctor Mijares, profesor asociado en el Departamento de Ciencias Políticas y Estudios Globales de la Universidad de los Andes (ULA), la mañana de este jueves 14 de noviembre, en entrevista con el periodista Román Lozinski en el Circuito Unión Radio.
“Se podría convertir en el primer hispano secretario de Estado. Esto revela un crecimiento muy grande que se está tomando en cuenta el crecimiento del voto hispano en Estados Unidos”, refirió.
A juicio del sociólogo y politólogo, Luis Fleischman, los nombramientos de Trump en materia de política exterior, “es de personas más neoconservadoras, recordando que Marco Rubio cree en un rol activo de Estados Unidos en diseñar el mapa mundial y proteger democracias”.
En este sentido, adjudicó que Donald Trump “no quiere alargar la guerra” de Ucrania y tratará de buscar un acuerdo Rusia – Ucrania, por lo que podría obligar a Ucrania a desistir de algunas demandas, y también insistió en que “va a apoyar a Israel en la guerra contra Gaza y va a involucrarse más en América Latina, sobre todo con los carteles de la droga”.
Relación entre Trump y Rubio
El senador republicano de 53 años fue adversario del presidente estadounidense en las primarias internas del Partido Republicano en el año 2016. Durante el primer gobierno de Trump (2017 – 2021), desempeñó un rol importante en temas sobre América Latina y política exterior. Además, fue un gran apoyo en la campaña para volver a la Casa Blanca, sobre todo entre el electorado latino.
Mediante su cuenta de la red social X, Rubio afirmó que “dirigir al Departamento de Estado de los Estados Unidos, es una enorme responsabilidad y me siento honrado por la confianza que el Presidente Trump ha depositado en mí. Como Secretario de Estado, trabajaré todos los días para llevar adelante su agenda de política exterior”.