Las intensas lluvias que azotan al departamento colombiano del Chocó han desencadenado una de las peores crisis humanitarias de los últimos años. Más de 100.000 personas se han visto afectadas por las inundaciones, desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierra, lo que ha obligado al gobierno a declarar el estado de emergencia.
La gobernadora de Chocó, Nubia Carolina Córdoba-Curi, ha alertado sobre la magnitud de la emergencia, señalando que 25 de los 31 municipios se encuentran en estado crítico. Las imágenes difundidas en redes sociales muestran la devastación causada por las lluvias, con viviendas inundadas y comunidades aisladas.
La crisis se ha agravado por el paro armado decretado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que ha dificultado las labores de rescate y asistencia humanitaria. El presidente Gustavo Petro ha cancelado su viaje a la COP29 para atender de manera urgente la situación en Chocó.
Las causas de las inundaciones se atribuyen a las fuertes lluvias, que han sido intensificadas por el fenómeno de La Niña. Las consecuencias de esta crisis son múltiples y devastadoras, afectando la infraestructura, la agricultura y la economía de la región. Además, se teme que el aumento de enfermedades transmitidas por el agua pueda agravar la situación.
El gobierno colombiano ha activado un comité de seguimiento a la emergencia y ha enviado ayuda humanitaria a las zonas afectadas. Sin embargo, los expertos advierten que se requiere una respuesta coordinada y a largo plazo para atender las necesidades de la población afectada.