Más de 200 pacientes renales que reciben tratamiento en la Unidad de Diálisis Barquisimeto, ubicada en el centro de la ciudad, alzaron su voz en un pancartazo bajo el lema “Por una esperanza de vida”, denunciando el grave deterioro de las máquinas de hemodiálisis, la escasez de insumos médicos y las malas condiciones en el centro de salud.
Los pacientes han estado viviendo una situación crítica durante los últimos años, con un panorama que se ha ido agravando. Daiver Falcón, uno de los afectados, relató que, desde que comenzó su tratamiento hace seis años, ha sido testigo del progresivo colapso de la unidad. Según Falcón, la falta de equipos y los fallos constantes en las máquinas de hemodiálisis son factores que ponen en riesgo la salud y la vida de los pacientes.
“La semana antepasada no pude dializarme un día porque mi máquina estaba dañada. Me pasaron a una de emergencia, pero también falló. No recibí la diálisis adecuada y eso me provocó un sobrecupo de líquido en mi cuerpo, lo que es sumamente peligroso para nuestra salud”, explicó.
La situación no se limita a los equipos. Luis Gerardo Parra, otro paciente, hizo un llamado urgente al Instituto Nacional de los Seguros Sociales (INSS) y a los responsables del centro de diálisis, señalando que después de las elecciones presidenciales las máquinas no están funcionando correctamente y que esto pone en riesgo la vida de los pacientes.
“El martes me llevé líquido a casa y estuve a punto de complicarme. Si no se soluciona, en menos de 15 días uno de nosotros puede fallecer”, indicó Parra.
Unidad de Diálisis en condiciones precarias
La problemática también afecta a las condiciones físicas de la unidad. Anabelle Camacaro, familiar de un paciente y miembro de la Fundación Amigo del Paciente Renal, detalló la precaria infraestructura en la que se encuentran los pacientes.
“Las sillas están cada vez en peores condiciones, no hay aire acondicionado, los baños están colapsados y no hay suficientes sillas de ruedas. Además, aunque el Seguro Social envía algunos insumos semanalmente, muchos medicamentos esenciales como los hipertensivos o los antibióticos no llegan, lo que obliga a los pacientes a cubrir estos gastos con su propio dinero, lo que les resulta imposible para muchos”, destacó Camacaro.
En lo que va del año, al menos 28 pacientes han fallecido en la unidad debido a la falta de una hemodiálisis adecuada y a la ineficiencia de los equipos, según cifras compartidas por la Fundación. De las 43 máquinas operativas en la unidad, muchas ya están obsoletas y presentan fallos constantes, lo que afecta gravemente el tratamiento de los pacientes.
“Si las máquinas estuvieran en condiciones óptimas, muchos de estos pacientes seguirían con vida. Hay personas aquí con diferentes profesiones y oficios, que son valiosas para la sociedad, pero que hoy dependen de la indiferencia de las autoridades”, aseguró Camacaro, quien además hizo un llamado de sensibilización a la sociedad.
Los pacientes y sus familiares pidieron que se les garantice una atención digna, adecuada y oportuna, instando a las autoridades locales, nacionales y al INSS a tomar cartas en el asunto para solucionar esta grave crisis. Sin la respuesta adecuada, los pacientes renales en Barquisimeto seguirán enfrentando un futuro incierto, con la salud en riesgo y la esperanza de una vida prolongada disminuyendo cada día.