Dentro de unos pocos días, en este mes de noviembre, llegarán a nuestro país las primeras seis máquinas cosechadoras de caña de azúcar, las cuales se utilizarán en el vecino estado Portuguesa, para la zafra del año 2024-2025.
Las trae una empresa ubicada en la Zona Industrial I de Barquisimeto, cuyo gerente de operaciones y ventas, el ingeniero Omar Rivero, al ser entrevistado por El Impulso no sólo nos ofrece detalle de esas máquinas, sino que nos indica que con la utilización de las mismas Venezuela se está incorporando a la agricultura de precisión, tras un rezago de más de treinta años en esta actividad.
Las seis unidades del tipo A-9.000 de última generación tienen como bondades no sólo cortar la caña de azúcar a ras de suelo, sino que al mismo tiempo esas cañas son reducidas a los pequeños para colocarlos en el camión de carga y pueden funcionar ininterrumpidamente las 24 horas del día.
Por ahora, sólo trabajarán 16 ó 17 horas del día y parte de la noche, debido a que no hay suficientes camiones transportadores para llevar las cargas al Central Portuguesa. Una de las ventajas que ofrece esa operación es que en vez de utilizar 120 cortadores de caña, todo el trabajo será hecho por una sola de esas máquinas.
Cuando el ingeniero Omar Rivero habla de última generación es porque antes le antecedieron la A-7.000, que era con un motor de 1.000 litros de combustible, específicamente gasoil; y su motor funcionaba hasta 2.000 revoluciones; es decir, muy acelerado.
A esa siguió la A-8.000, cuyo motor era más pequeño y también llegaba a 2.200 revoluciones; pero, por esta circunstancia, era mayor el desgaste del motor por el alto consumo de combustible. Pero, como éste cada vez se hace más costoso, los fabricantes decidieron instalarle a la A-9.000 un motor más grande y muy potente, pero para trabajar a baja revolución. Eso significaba que se desgasta menos y su vida útil puede llegar a los 20 años, claro está, si tiene mantenimiento idóneo.
A está A-9.000 le han incorporado un sistema hidráulico optimizado e inteligente. Esto quiere decir, explica el ingeniero Rivero, que la máquina se mete por el hilo del sembradío de la caña y sus sensores en el portabase, para que el corte se haga a ras de suelo y, lógicamente, se aproveche totalmente el producto.
En este orden de ideas, dice el profesional de la ingeniería agronómica que la mayor cantidad de azúcar está en la base de la caña y ésta madura de abajo hacia arriba. Cuando arranca la zafra, la caña está madura y tiene azúcar en toda la extensión de la caña, pero la mayor cantidad está en la parte de abajo. Es por ello que el corte tiene que ser a ras del suelo.
Ese sistema inteligente del cual ha sido dotada la máquina hace que donde haya necesidad de más presión porque hay mucho volumen de caña, hacia allá fluye el aceite hidráulico. Cuando se envía este aceite, hay desgaste del motor; pero, como sus válvulas son inteligentes, usa menor caudal de aceite, y, por supuesto, la máquina trabaja mejor.
Otra de las ventajas de la máquina es que en forma inteligente sabe cómo desplazarse en el hijo del sembradío, si hay poca o mucha caña. Igualmente entre las bondades que ofrece es que registra diez por ciento menos de consumo de combustible.
Y hay un detalle de interés para los productores, ya que existe una gran preocupación por la presentación de la caña al central, ya que debe ir limpia, pues de lo contrario, no se recibe. La máquina tiene dos ventiladores, un primario y un secundario, que botan la basura de la caña. La máquina puede cortar caña quemada o caña verde. Con ésta se evita la contaminación, ya que cuando se queman las hojas, inevitablemente, sueltan un polvillo.
El ingeniero Rivero subraya la característica del GPS o sistema de posicionamiento global que tiene la máquina. lo cual quiere decir que al momento en que está operando puede estar ofreciendo información de cuántas toneladas por hectárea está cosechando.
La información es transmitida a un satélite y éste lo envía a un programador, pudiendo ver en la computadora, en tiempo real, cuál es la cantidad de cosecha que se está obteniendo. Con base a las coordenadas que se hacen sobre el tablón de la caña cultivada ,que es el área sobre el cual trabaja la máquina, se van detallando con precisión lo que se está procesando metro por metro durante la jornada operativa, porque no todo el terreno es uniforme, ya que en unos sitios tendrá más fósforo o nitrógeno, o cualquier otro elemento que constituye el cultivo.
Al llegar a este punto, el ingeniero Rivero advierte que ya no se puede trabajar sobre promedios. Valga el ejemplo: digamos que al finalizar la cosecha, el tablón indica que en algunas partes se obtuvo 80, 80, 100 ó 110 toneladas, lo cual constituye una luz roja para estar alerta con miras a la próxima cosecha. Esta información obtenida, muy precisa, es una de las mayores bondades de la máquina porque le va a permitir al productor hacer correcciones en el área de cultivo.
De este modo, estamos incorporando la actividad agrícola venezolana a lo que hoy en día es práctica en los países que tienen la agricultura más avanzada, la agricultura de precisión. Ésta comenzó en 1.996 en Australia, pero ahora es cuando se está comenzando a aplicar en Venezuela, donde desde hace unos dos ó tres años se ha venido preparando el personal para que se pueda implementar. Y, como iniciamos esta información, dentro de pocos días, llegarán a Barquisimeto para ser llevadas a Portuguesa las primeras seis máquinas para dar comienzo a la zafra de caña de azúcar en el vecino estado, donde está funcionando el principal central azucarero de Venezuela.
