Trabajo de www.radiofeyalegrianoticias.com
El deterioro de la infraestructura de las universidades públicas venezolanas se debe fundamentalmente a la “política de Estado” en contra de su funcionamiento, de acuerdo con investigaciones que ha desarrollado Aula Abierta en la última década.
Para su director, David Gómez Gamboa, las universidades en el país “sobreviven” a un común denominador conocido como la “asfixia presupuestaria”. La mayoría de las casas de estudio superior en Venezuela han sufrido un déficit presupuestario de hasta el 99 %, lo que obliga a la paralización de actividades y de los servicios dirigidos al personal y estudiantes.
“Esto es muy grave porque, a fin de cuentas, no estamos hablando de un deterioro que es casual y fortuito, que pasó en una ocasión, sino que hay indicadores que hemos investigado a lo largo de los años que hablan, por ejemplo, de la asfixia presupuestaria, de salarios”, señaló.
Esta asfixia, actualmente, está impidiendo que se desarrollen con normalidad las actividades docentes, administrativas, investigación, extensión. “Más bien las universidades están abiertas”, lamentó.
“A pesar de todas las circunstancias, del salario que les ubica en extrema pobreza, siguen activos y con universidades de puertas abiertas”, dijo.
Vulneraciones en las universidades
Gómez Gamboa expuso que entre otras características de esa “política de Estado” en contra del sector está la “represión” y “ataques” en contra de los universitarios, ya sean profesores, autoridades o estudiantes. Ante esto, Aula Abierta aseguró que las medidas que se han tomado hasta ahora ponen a los miembros en una “situación de especial vulnerabilidad”.
Tras las elecciones presidenciales, la ONG ha contabilizado 52 incidentes de “represalias”, con la confirmación de al menos 21 estudiantes “desaparecidos de manera forzada” y 32 “detenciones arbitrarias”.
A esto se le une las cancelaciones de las elecciones en varias universidades, entre ellas, la Universidad de Los Andes y la Universidad de Carabobo. Para Gamboa, todos estos elementos que vulneran la autonomía universitaria forman parte de un plan para “afectar” a las universidades.
Este tipo de estudio se analiza con “indicadores estructurales normativos” que evalúa estas prácticas y patrones, así como normas jurídicas y leyes que “atentan contra la libertad académica”.
Desde Aula Abierta puntualizaron que la actual situación de pobreza y las condiciones de infraestructura son “extremadamente graves”. Ante esto, la organización ratificó la exigencia de la asignación de un presupuesto digno que garantice el funcionamiento de cada universidad, de acuerdo a sus labores de investigación, funciones, infraestructura y personal.
Rango salarial de los profesores
El director de Aula Abierta mencionó que el rango salarial de los profesores universitarios va desde los 5 a 10 dólares mensuales, lo que representa un porcentaje muy bajo de la canasta básica, la cual se ubicó, de acuerdo al Cendas, en 531 dólares en septiembre.
“Un profesor gana un salario que lo califica en la extrema pobreza, según menciones organismos internacionales. En general, el salario de los trabajadores públicos es irrisorio y a esto se le suma la aplicación de unos nuevos criterios a partir de la exposición de la escala del instructivo de la Onapre, que les ha desmejorado algunos bonos”, dijo.
De acuerdo al economista Leonardo Vera, Venezuela tiene el sueldo más bajo de Latinoamérica, puesto que un educador obtiene como remuneración mínima mensual de 27 dólares y como máxima de 45 dólares.
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