El búho nival (Bubo scandiacus), también conocido como búho de las nieves, es una de las aves rapaces más emblemáticas y fascinantes del Ártico.
El búho nival es inconfundible por su plumaje predominantemente blanco, que le sirve como camuflaje en los paisajes nevados del Ártico. Sin embargo, algunos ejemplares presentan manchas y estrías negras, especialmente en las hembras, lo que ayuda a diferenciar los géneros.
Los machos adultos suelen ser más blancos, mientras que las hembras conservan marcas que les proporcionan un camuflaje adicional, especialmente útil cuando están cuidando sus nidos.
Aunque es una especie adaptada a las zonas frías del Ártico y subártico, durante los meses de verano, se encuentran en la tundra ártica, en lugares como Alaska, Canadá, Groenlandia y el norte de Rusia. A medida que el invierno avanza y la nieve cubre su hábitat, y migran hacia el sur, aunque no se alejan mucho de sus lugares natales, descendiendo hacia Canadá y el norte de Estados Unidos.
Estas aves se adaptan a paisajes sin árboles, prefiriendo los terrenos abiertos y vastos, donde pueden ver a sus presas desde lejos y aprovechar la nieve como parte de su estrategia de caza. Aunque ocasionalmente se los puede ver en praderas y costas durante sus migraciones, rara vez se aventuran demasiado lejos del frío.
Una característica fascinante de esta especie es su capacidad de cazar durante el día. A diferencia de otros búhos, que son mayormente nocturnos, el búho nival se ha adaptado a las largas horas de luz del Ártico en verano, convirtiéndose en un cazador diurno. Su vuelo es silencioso y preciso, y su aguda visión le permite localizar presas desde distancias considerables.
El búho nival ha sido una fuente de inspiración en diversas culturas y literaturas. Su imagen majestuosa y su relación con el Ártico lo han convertido en un símbolo de sabiduría, adaptabilidad y misterio. En la mitología inuit, los búhos nivales son vistos como espíritus protectores, y en la cultura popular, han sido representados en libros y películas, inspirando tanto a niños como a adultos con su figura enigmática.