La inestabilidad de la tasa cambiaria en Venezuela continúa generando incertidumbre y tensiones entre consumidores y comerciantes. La decisión de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos de Venezuela (Sundde) de obligar a los establecimientos a apegarse a la tasa oficial del dólar ha generado diversas reacciones en el centro de Barquisimeto.
Por un lado, consumidores como Yolanda Mendoza y Félix Arguello aplauden la medida, argumentando que fijar los precios en bolívares brinda mayor claridad y evita confusiones al momento de realizar las compras. «Es mejor que todos los fijen en bolívares porque el dólar establecido por el Banco Central de Venezuela (BCV) también está cambiando, muy cambiante a diario», señaló Mendoza.
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Variación del monto según la moneda
Por otra parte, Arguello también destacó su desacuerdo con algunos establecimientos donde el precio de los productos varía según la moneda de pago. En ese sentido, considera positivo que las autoridades sancionen aquellos comercios donde se incumpla la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV).
Comerciantes afectados por brecha cambiaria
Sin embargo, comerciantes como Winston Semeco expresan su preocupación por la dificultad de operar en un entorno con una tasa oficial que no refleja la realidad del mercado. «El dólar tiene un precio cambiante casi todos los días y los que somos comerciantes no hayamos como hacer», afirmó Semeco.
Julio Jiménez, por su parte, destacó que la fijación de precios en bolívares evita que los comerciantes aprovechen la brecha cambiaria para aumentar arbitrariamente los costos de los productos. «Al fijarlo en bolívares, ya no lo pueden hacer. ¿Me parece que es muy buena esta iniciativa? Sí, sí, sí. Muy buena, muy buena. Porque así te obligas a pagar en bolívares, usa el bolívares y le da fuerza al bolívares», expresó.
Un equilibrio difícil de alcanzar
La medida de la Sundde busca controlar la inflación y proteger el poder adquisitivo de los consumidores. Sin embargo, comerciantes advierten que esta medida puede generar desincentivos al comercio y afectar la oferta de bienes y servicios en un entorno económico volátil.
La brecha entre la tasa oficial y el dólar paralelo continúa siendo un desafío para la economía venezolana en un escenario complejo en el que tanto consumidores como comerciantes buscan adaptarse a una nueva realidad.