Venezuela enfrenta un panorama económico complejo que exige un análisis profundo y propuestas concretas. En este contexto, el economista Luis Oliveros presentó su análisis durante los conversatorios «Perspectiva País 2024», organizados por Medianálisis y el Centro Gumilla.
Junto a los moderadores Andrés Cañizález, director de Medianálisis, y Piero Trepiccione, subdirector del Centro Gumilla, Oliveros abordó los retos y cambios que ha enfrentado el país en el último año.
Oliveros comenzó su exposición subrayando que las dificultades cambiarias en Venezuela tienen raíces que se remontan a la década de 1980. Sin embargo, la situación se ha agravado significativamente desde las elecciones presidenciales de julio. «El 2024 se divide claramente entre un antes y un después del 28 de julio. En los primeros meses, el Banco Central reportó un crecimiento económico del 8.5 % con un tipo de cambio fijo y un diferencial bajo. No obstante, tras esa fecha, la tasa de cambio paralela comenzó a dispararse», advirtió.
El economista también reveló que las intervenciones cambiarias alcanzaron casi 1,000 millones de dólares en julio, cifra notablemente superior a la de meses anteriores. Sin embargo, en agosto y septiembre, estas intervenciones se redujeron a menos de la mitad, lo que llevó a un aumento en la prima de riesgo en el país. «La demanda de divisas continuará creciendo, especialmente debido al aumento en la circulación de bolívares. Sin una oferta adecuada en el mercado cambiario formal, la gente se verá obligada a recurrir a mercados informales», comentó.
La dependencia de la economía venezolana en la renta petrolera fue otro tema clave en su análisis. Con una producción de más de 900,000 barriles de petróleo al día, Oliveros recordó que la economía sigue siendo dependiente de este recurso, que representa aproximadamente el 90 % de los ingresos del país. “A pesar de que en años anteriores producíamos 3 millones de barriles diarios, la reducción en la producción no ha disminuido nuestra dependencia de la renta petrolera”, subrayó.
En cuanto a las sanciones internacionales impuestas por Estados Unidos y Europa, Oliveros afirmó que estas limitan el acceso de Venezuela a sus mercados naturales. Esto obliga al país a vender su petróleo a compradores en condiciones desventajosas. «Aunque las licencias de operación se mantengan, los problemas económicos no se resolverán. La eliminación de estas licencias podría agravar aún más la situación y aumentar el flujo migratorio», advirtió.
Al final de su intervención, Oliveros propuso varias recomendaciones para mejorar la situación económica en Venezuela. Resaltó la necesidad de atender las demandas del sector privado y realizar una revisión institucional. «Venezuela necesita un Banco Central independiente que se enfoque en controlar la inflación», afirmó. También sugirió una revisión de la legislación petrolera y la importancia de facilitar créditos bancarios para impulsar el sector productivo.
