La poca diversificación de nuestra economía, la cual ha dependido fundamentalmente de la exportación petrolera, ha hecho que el crecimiento del país haya sido prácticamente de cero, según los balances de Fedecámaras, cuyo primer vicepresidente, Felipe Capozzolo, dio a conocer al ser entrevistado por El Impulso.
El dirigente gremial manifestó que aún cuando el mundo avanza en forma eficiente para corregir las desigualdades, en Venezuela éstas se mantienen y, por tanto, el sector privado propone como solución el empleo, pero para ello se requiere de inversión, sobre todo de capitales frescos del exterior.
En relación con el desarrollo de la economía durante el presente 2024, dice que Fedecámaras cree que este año ha habido un crecimiento modesto.
Tenemos, prosigue, que seguir creciendo a lo largo del tiempo. Para seguir creciendo hay que aumentar la productividad de las empresas, su capacidad empleadora, su capacidad captadora de inversiones y sobre todo su capacidad productora. Necesitamos muchos productos hechos en Venezuela para garantizarnos un porvenir libre de inflación, uno de los principales males que ha atacado históricamente a nuestra economía nacional. Si nosotros queremos vacunarnos de la inflación, la productividad y la producción van a ser fundamentales para poder avanzar en el futuro.
¿En qué forma ha impactado la inflación al sector productivo?
La relación en Venezuela de la economía con la inflación, es una enfermedad de muchos años. Recordemos que Venezuela es un país que tiene una tradición petrolera de 110 años y si bien es cierto que ese período nos ha traído muchas luces, también nos ha traído muchas sombras. Una de esas sombras ha sido esa dependencia exacerbada de una sola fuente de ingreso, poca diversificación de nuestra economía. En los últimos cuarenta años hemos verificado que el crecimiento ha sido, prácticamente, cero; prácticamente nulo. Si suma crecimiento y decrecimiento en los últimos cuarenta años, se va a encontrar que el saldo está cercano a cero. Entonces te encuentras con una población con pocos ingresos, bajo poder adquisitivo y problemas subyacentes como son la desigualdad, que se ven abundantemente todavía en nuestra sociedad. Aún cuando el mundo avanza de manera más eficiente para corregir la desigualdad, también en la sociedad venezolana se siguen viendo esquemas de desigualdad que debemos atender y que debemos atender para que no exista. El empleo es la solución que propone el sector privado venezolano. La inversión, la generación de productos, una economía libre de inflación con base en la generación de productos. Una economía basada en la productividad y la eficiencia, que sea capaz de captar inversiones, sobre todo porque ha sido capaz previamente de generar empresas venezolanas que se comprometen con la generación de productos y empleos para los venezolanos.
¿En qué forma se afecta la inversión en un país de riesgo como es el venezolano?
Venezuela tiene que enfocarse en tratar de ser un país, desde todo punto de vista, seguro. Tiene que mejorar los esquemas jurídicos para ofrecer mayor seguridad a los inversionistas, todos los venezolanos trabajando para tratar de crear un clima que sea amigable con la inversión. Se requiere gran cantidad de inversión no sólo nacional, sino internacional. Sobre todo, la internacional con la llegada de capitales frescos, es fundamental, importante, para tener una economía que sea capaz de atraer inversión, de atraer tecnología, de atraer soluciones que al final redundará en más empleos, en empleos mejor remunerados, en mayor capacidad del sector productivo de ofrecer bienestar y oportunidades. La empresa privada debe estar comprometida totalmente con una agenda basada en las oportunidades, basada en la movilidad ascendente. La empresa privada debe estar comprometida con una agenda basada en la responsabilidad con el entorno. Y eso implica pagar impuestos. Lo que pasa es que las empresas queremos pagar impuestos en un esquema donde se amplíe la base. Y cada vez más gente también puede pagar impuestos para que no sea que los pocos que pagamos pagamos mucho sino que muchos paguen poco. Y un tercer elemento importante es que todo el sector productivo nacional debe estar comprometido también con una agenda que vaya a garantizar el proyecto de país unido, la convivencia sana, pacífica, productiva. Ese proyecto de país unido, de país junto, debe mantenerse en todos los sectores. La unión del gremio, la unión de partidos políticos, la unión de empresas, la unión de sectores sociales. Todos los sectores sociales debemos promover la unión del país en torno de elementos fundamentales y modelos de crecimiento, centrados en la gente, basados en el ser humano. Es imprescindible promover valores como la democracia, promocionar sistemas como la economía de mercado y promocionar el balance entre el Estado y el individuo.
¿Cómo ha influido la transaccionalidad del dólar en la economía venezolana?
Aparece como una solución de mercado, como una solución de la gente. No fue una política la que trajo el uso del dólar en Venezuela, fue una solución de la gente, lo que permitió que la gente pudiera protegerse de la inflación, permitió que la gente tuviera en sus manos una moneda que pudiera ser utilizada como medio de pago y como reserva de valor, aunque en Venezuela no puede ser utilizada como unidad de cuenta, porque la unidad de cuenta es el bolívar. Esa libertad la conquistó la gente. En el momento en que no se puede mantener esa conquista, quien pierde libertad es la gente. Por una parte, creo que lo procedente sería armonizar todo lo que tiene que ver con política monetaria, cambiaria y fiscal, para que el poder vuelva a la gente y así resolver su problema cotidiano, a través del gasto, a través de la inversión que se hace con una moneda. Luego, es importante pensar en las industrias que tienen que exportar, pensar en el aparato productivo. Un bolívar revalorizado o a un valor mucho más alto del que realmente le corresponde tener, no nos va a ayudar a exportar. Y si nosotros no podemos exportar no vamos a poder promocionar eficientemente nuestra industria.