El Ateneo de Cabudare inauguró este martes, 22 de octubre, la Microbiblioteca Ezequiel Bujanda, en honor al poeta palavecinense, una iniciativa realizada en colaboración con Proyecto Remo y con el apoyo de la Embajada de Suiza, que busca fomentar la cultura, el hábito de la lectura y democratizar el acceso al conocimiento.
La microbiblioteca, construida en madera, tiene un diseño sencillo y funcional: los visitantes pueden llevarse un libro a casa y, cuando lo deseen, devolverlo o traer otro para compartir. «Es como un trueque de saberes», afirma María Llovera, directora ejecutiva del Ateneo de Cabudare.
Trae un libro y lleva otro
Esta iniciativa nació de la necesidad de dar un nuevo uso a las donaciones de libros que recibía el Ateneo. «Teníamos una pequeña biblioteca en el zaguán, pero se nos quedó pequeña», comenta Llovera.
«Con esta microbiblioteca, no solo estamos ofreciendo un espacio para la lectura, sino también contribuyendo a preservar la memoria de nuestro querido poeta Ezequiel Bujanda».
La Embajada de Suiza, a través de su embajador Guillet Roduit, ha sido un aliado fundamental en este proyecto. El embajador comentó a El Impulso sobre la importancia de apoyar este proyecto, ya que “es algo que puede parecer muy pequeño, pero tiene una ambición nacional de poner microbibliotecas en el país”.
Asimismo, destacó que para la Embajada de Suiza “es un placer y es importante apoyar este proyecto, porque es un proyecto de educación, de compartir, es un proyecto humanista”, apuntó.
Proyecto Remo
Por su parte, Oscar Hernández Bernalette, fundador de Proyecto Remo, destaca la importancia de llevar los libros a las comunidades. «Queremos que la gente recupere el placer de leer, de perderse en las páginas de un libro», afirma.
Hernández explica que el proyecto surgió de la idea de compartir la biblioteca personal del periodista Argenis Martínez y que, gracias al apoyo de la comunidad y de instituciones como la Embajada de Suiza, ha logrado expandirse a diferentes partes del país.
Proyecto Remo ha instalado 25 microbibliotecas a lo largo del país, convirtiéndose en un punto de acceso a la literatura para comunidades de todas las regiones. Su iniciativa, que invita a «llevar un libro, dejar un libro», ha generado un movimiento de intercambio cultural y fomento de la lectura.
Estas pequeñas bibliotecas de madera, instaladas en espacios públicos y comunitarios, no solo ofrecen una variedad de libros, sino que también promueven la interacción social y el aprendizaje.
Quienes deseen conocer más sobre este proyecto o solicitar una microbiblioteca para su comunidad pueden visitar su perfil de Instagram @proyecto-remo y contactar a sus representantes para obtener mayor información sobre cómo sumarse a esta hermosa iniciativa.
