Hay que buscar una salida al país, porque urge solucionar problemas graves de economía y de desajustes sociales que, obligatoriamente, pasan por entendimientos, es el criterio que sostiene el licenciado Jorge Euclides Ramírez, analista político y económico, quien forma parte de la directiva de Decode.
En ese sentido indica que se le debe dar apoyo moral a quienes están promoviendo esa salida, entre los cuales figuran, a nivel internacional, países de la región, instancias multinacionales y organizaciones que han venido expresando su preocupación a la prolongada crisis política, económica y social de Venezuela.
Esos asuntos tienen que ser vistos con mucho detenimiento por quienes son responsables de la conducción de la república, por cuanto son muchos años del devenir de unos procesos de inflación y desajustes, que han causado severos daños a la población venezolana.
Uno de los aspectos más graves, preocupantes y urgentes a considerar es el de los ingresos para la supervivencia, porque resulta imposible que los pensionados y jubilados puedan tener una vida digna con unas pensiones o jubilaciones que no les alcanza para adquirir los medicamentos que necesariamente necesitan para controlar las enfermedades que padecen.
De igual modo, el sector educativo ha venido protestando y exigiendo que le devuelvan los derechos adquiridos durante decenios de lucha, los cuales le han sido arrebatados como consecuencias de decisiones arbitrarias de la Oficina Nacional de Presupuesto y no ha sido posible rectificar.
Además de esos y otros problemas, está el tormentoso asunto del desequilibrio cambiario, por cuanto no puede continuar la situación de un dólar oficial sostenido con reservas del Estado y un dólar paralelo más alto, diferencias que impactan severamente en la economía nacional y, desde luego, a la población.
Lo que internacionalmente se conoce como el drama humanitario complejo que afecta al país, indudablemente, reclama una solución que, necesariamente, pasa por un proceso político.
El hecho de que haya unos ocho millones de personas fuera del territorio nacional, claramente, indica que entre los diversos problemas del país, hay una fractura muy severa en la familia venezolana, lo cual también en los días finales del año constituye motivo de tristeza, preocupación y dolor en los hogares.
Todo lo que hemos expresado en forma muy breve y a grandes rasgos, manifiesta el licenciado Ramírez, nos indica que en general el conglomerado venezolano dentro y fuera del país espera que haya una solución pacífica, ajustada a la ley, con funcionamiento pleno de la institucionalidad y haya esperanzas de que, a partir del próximo año, se pueda vivir mejor y en un ambiente tolerable.