Trabajo de www.correodelcaroni.com
Correo del Caroní entrevistó a la periodista especializada en cacao y chocolate, Liliana Elías, quien habló sobre las bondades de esta planta, la condición del sector cacaotero y sus proyectos para promover la educación sobre este rubro.
Elías explicó que el cacao venezolano se clasifica en tres tipos: el forastero, el criollo y el trinitario.
El primero viene de la Amazonía, de Venezuela, Brasil, Guyana, Colombia y Ecuador. “Se da rápido, es de fácil propagación, pero el sabor es plano”. Agregó que es resistente a plagas y enfermedades y que la semilla es violeta por dentro.
El segundo se da al sur del lago de Maracaibo, en Mérida, Táchira, Zulia y Trujillo. Es el extrafino de aroma, “el más fino del mundo con aromas y sabores espectaculares. Las semillas son grandes, blanca por dentro”, detalló.
El último es una mezcla de los anteriores, se encuentra en el Delta del Orinoco y la combinación forma un cacao que cuando se abre es rosado por dentro.
“Es como un rosado que mientras más tiende a blanco, más criollo es; mientras más violeta, más forastero es”, describió.
De acuerdo con Elías, “surge de la combinación del criollo que huele, sabe bien y es delicioso, con el forastero que se reproduce rápido y resiste”.
Cuando se mezclan, empiezan a dar cacaos de distintos sabores y aromas, llegando a un punto en el que el cacao de un estado tiene un sabor distinto al de otro.
“El cacao venezolano, a diferencia de otro cacao, puede dar múltiples sabores un mismo cacao”, hecho que sostuvo, está determinado por analistas sectoriales.
Prestigio caracterizado por el sabor
Comprar cacao en otra parte del mundo debe responder a las necesidades sensoriales de determinado mercado, de manera que el cacao tendrá el sabor que el cliente elija a través de la fermentación; en cambio, del venezolano se puede sacar más de un sabor.
Los profesores de la Universidad Simón Bolívar, Elsa Sangronis e Ignacio Buscema, hicieron un panel sensorial con 6 cacaos de Venezuela, uno de cada zona, y extrajeron 79 sabores, lo que significa más de 10 sabores por cada origen.
Es por ello que “el cacao venezolano es como un abanico de muchos colores y tú escoges con cuál te quedas” (…) “Eso no lo tiene ningún otro cacao del mundo, lo tenemos nosotros”, celebró Elías.
Si bien Venezuela no cuenta con una gran cantidad de cacao, cuenta con una alta calidad por su genética que es “muy variada”.
“El gran potencial del cacao venezolano nunca será la cantidad, sino la calidad”, enfatizó.
Sin embargo, Elías reportó que algo grave ocurre en Venezuela, y es que están ingresando un cacao llamado Colección Castro Naranjal (CCN-51). Este es un clon que se da rápido, lo que permite aumentar el volumen para cantidades industriales; pero, es de baja calidad, con un sabor plano que puede ser mejorado en la fermentación.
Es así como Ecuador exporta aproximadamente 380 mil toneladas, mientras que Venezuela produce menos de 20 mil toneladas.
El productor nacional usa el CCN-51 para “ganar más” en menos tiempo; no obstante, Elías advirtió que “lo que no saben es que lo único que nos sostiene en el mercado internacional es nuestro prestigio a nivel de sabores”.
Este reconocimiento permitió que Venezuela ganara 13 medallas en el International Chocolate Award Americas 2024 en Nueva York.
“Si tú le metes el CCN-51 a nuestra genética y la dañas, desaparecemos”, sentenció.
Sector cacaotero en déficit
La especialista informó que este rubro se enfrenta a falta de organización, carencia de inversión en capacitación en el campo y la ausencia de un escenario favorable para la producción, beneficio y comercialización tanto dentro como fuera de Venezuela.
Asimismo necesita “trazabilidad”, es decir, que se identifique su origen y las fases del proceso de producción y distribución.
“Estamos luchando por un cacao sustentable”, en virtud de que la tendencia del mercado es ser amigable con el medioambiente, el productor y el consumidor, mediante la tendencia Bean to bar, del grano a la barra, declaró.
Es importante considerar que el cultivo de cacao reforesta, es amable con el ambiente y puede sembrarse en toda Venezuela.
Elías reconoció que “falta hacerse un plan de negocio y tomarse el cacao como un negocio en serio” porque “cuando una empresa extranjera se enamora de un cacao venezolano, se quiere casar con ese cacao, (…) pero muchas veces el productor no tiene el cacao suficiente, no sabe cómo llevar sus hectáreas a la máxima producción”.
El productor nacional requiere nuevas plantaciones, que se incremente la producción con buenas prácticas agrícolas, que se garantice la seguridad de sus cultivos, se realicen pruebas del suelo y la tecnificación del proceso.
En el exterior, “el aparataje tecnológico que tienen, la fuerza económica que tienen, no la tenemos”, lamentó.
Viva El Cacao
La plataforma Viva El Cacao fue creada para promover la educación y capacitación sobre el cacao venezolano a través de entrevistas, degustaciones, trabajos de investigación y promoción. Es un portal para emprendedores, productores, chocolateros, traders, ingenieros agrónomos y “todo el talento humano que tiene que ver con el cacao”.
Este espacio busca que los venezolanos conozcan el cacao que se produce en el país y por qué se cataloga como el mejor del mundo, para generar ese sentido de identidad.
Además promueven la concientización sobre los beneficios del cacao desde la niñez con el proyecto “Cacao en la escuela”, cuyo objetivo es llegar a las instituciones educativas del país para que descubran este rubro, y a qué se pueden dedicar con este desde temprana edad.
