Muchas definiciones pueden venir a nuestra mente al referirnos al término asertividad, en algunos casos se asemeja con dar en el blanco y guarda relación con el concepto de la comunicación asertividad en virtud que se busca una comunicación considerando a la otra persona, por lo tanto, la asertividad se puede definir como el respeto hacia uno mismo y la habilidad de expresarnos, relacionarnos y comunicarnos tolerando a los demás. Lo que pocas veces se habla es que la persona asertiva, no solo se comunica de forma asertiva, sino que además para estas personas la comunicación asertiva constituye una cualidad; que mientras más se practica se adquiere esta habilidad blanda y los beneficios que se derivan de esta.
Múltiples son las ventajas de la comunicación asertiva una de estas es a nivel personal; ya que permite mejorar la comunicación y las relaciones al mismo tiempo origina seguridad en la persona y aumenta la autoestima, a nivel profesional y empresarial tiene grandes impactos positivos y directos; por otro lado, en el corto plazo repercute en el clima organizacional; las incidencias en el mediano y largo plazo se basan en mejorar la productividad, rentabilidad y competitividad; ya que permite: potenciar las competencias estratégicas (visión estratégica, capacidad de actuación e integración global el autoliderazgo, facilita las competencias tácticas (liderazgo, fijación de objetivos e innovación) y mejora las relaciones interpersonales (comunicación y relación).
La neutralidad lingüística evita los juicios de valor externos y utiliza el juicio en función de su propio valor. Es decir, habla de su propia perspectiva, gusto; por ejemplo: mi punto de vista es diferente, me gustan otros tipos de informes.
La expresión afirmativa: utiliza verbos en afirmativo y pone el foco en lo que, si quiere, en el cómo hacerlo y en la solución (lo quiero así).
La expresión afirmativa; se puede desarrollar fácilmente con un poco de perseverancia y atención. El paso que más cuesta es ser conscientes de lo que pensamos, difícilmente puede uno llegar a ser y comunicarse asertivamente si la persona piensa cosas como: “lo que está diciendo es una tontería”.
En ese punto son francamente útiles los procesos de entrenamiento que permita identificar rápidamente nuestro patrón lingüístico y de pensamiento, trabajar con él hasta transformarlo en asertivo, entrenarlos y realizar las primeras prácticas acompañados, de forma que podamos ir ajustando nuestras expresiones y vocabularios hasta encontrar nuestro propio estilo, el cual, a la postre; es el que permite mejorar el resultado que ayuda a expresar lo que pensamos, y de esta forma cumplir con nuestra obligación de mejorar las comunicaciones interpersonales.
Msc. Julio Cesar Vargas
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