Hace más de 60 años que del profesor en biología Octavio Jiménez, aprendí:
“Los cardones son los guardianes del ambiente que dicen al desierto…
¡Hasta aquí llegaste!”
Perdonen la intensidad con la cual quiero seguir alertando sobre lo que viene ocurriendo en la “Sierra de Portuguesa,” pero, para mí es inaceptable la depredación con que la ignorancia, la anarquía impune y/o el afán de lucro avaro, viene acabando aceleradamente las posibilidades de sobrevivencia de nuestras futuras generaciones; devastando las nacientes de agua dulce que nutren a importantísimos ríos de nuestra Patria, y que destruye la producción de alimentos en el estado Portuguesa, bien denominado el granero de Venezuela.
Específicamente me refiero a la información que me llegó del caserío Santa Marta, parroquia Hilario Luna y Luna del municipio Morán, de este estado Lara. Mesopotamia ubicada entre los ríos Morador y Portuguesa, donde se encuentran las nacientes de las quebradas San Lorenzo, Los Aguacates y especialmente la Quebrada en Humo, porque es allí donde se está deforestando, talando y quemando árboles milenarios que protegían el agua que surte al caserío y es afluente primario, con magna importancia sobre el río Morador.
Desde que Aubreville (1949) acuñó por primera vez el término desertificación en el contexto de las zonas húmedas y subhúmedas del África Occidental, ha habido una discusión considerable en relación con lo que significa realmente el término. Más de un centenar de definiciones han sido registradas, y las opiniones han variado mucho en su concepto.
Según D. Stiles, algunas definiciones causas climáticas y humanas, otras las restringen a una degradación causada por el hombre, algunas restringen el término a las zonas secas, otros piensan se debe aplicar también a zonas más húmedas.
DEFINICIÓN DE DESERTIFICACIÓN
En 1977 la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desertificación, UNCOD, definió la desertificación como:
“La disminución o destrucción del potencial biológico del suelo, que puede finalmente llevar a condiciones desérticas. Este es un aspecto del deterioro extendido de los ecosistemas, y ha disminuido o destruido el potencial biológico, producción de plantas y animales para propósitos de múltiples usos en un tiempo cuando se necesita un aumento en la productividad para sostener una población en crecimiento en busca del desarrollo.”
Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, la desertificación es:
“La suma de factores humanos, biológicos, y climáticos, que llevan a la degradación del potencial físico, químico, y biológico de las tierras en zonas áridas y semiáridas y amenazan la biodiversidad y la supervivencia de las comunidades.”
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, UNCED, en 1992 la definió como:
“La degradación de la tierra en áreas áridas, semiáridas, y subhúmedas secas, resultado de varios factores, incluyendo variaciones climáticas y actividades humanas.”
El Banco Mundial define la desertificación como:
“Un proceso con una disminución sostenida de la productividad biológica de la tierra árida y semiárida; el resultado final es el desierto, o un suelo esquelético que es irrecuperable. La productividad biológica se refiere a la vida dada. Los indicadores comunes de la desertificación incluyen una reducción en la cantidad y diversidad de las especies animales y de plantas, pérdida de retención de agua, fertilidad del suelo disminuida y un aumento de la erosión por el agua y el viento. Eventualmente las plantas y animales de las comunidades quedan tan radicalmente afectadas que las especies anteriormente comunes en el área no pueden sobrevivir bajo las condiciones alteradas tan drásticamente, aún si son introducidas deliberadamente.
La desertificación es vista mejor como:
La degradación de la tierra que ocurre en las zonas secas como se define anteriormente, que sigue los mismos principios y procesos que se observan en otras zonas eco climáticas. Es un grupo de procesos que pueden fluctuar, con períodos de regeneración, y solo es irreversible económicamente en sus fases media y tardía. Su naturaleza y causas son específicas para una situación dada, dependiendo de las variables del ecosistema natural y del historial del uso de la tierra.
LA DESERTIFICACIÓN ¿PLANETA AZUL O PLANETA AMARILLO?
En una publicación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, (1994) aparece la siguiente información:
“Unos 900 millones de personas que viven en tierras secas en todas partes del mundo resultan directamente afectadas por el fenómeno de la desertificación, al que cada año son también imputables pérdidas de ingresos que se elevan a unos 42.000 millones de dólares.
¿Cuál es nuestra verdadera situación? No debemos obviar al huracán Milton… ¿RESPONSABLES?
Maximiliano Pérez Apóstol