El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, aprobó este viernes 11 de octubre, la renovación por 2 años de la Misión de Determinación de Hechos en Venezuela, además del mandato de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACNUDH) para monitorear e informar sobre la situación en el país.
La votación arrojó 23 votos a favor, 18 abstenciones y 6 votos en contra. El aumento de los votos a favor en comparación con la resolución de 2022 sugiere una creciente preocupación a nivel internacional por el agravamiento de la crisis de derechos humanos en el país.
Según reseña La Voz de América, estos gobiernos buscan continuar la labor investigativa de la FFM sobre violaciones a los derechos humanos cometidas en Venezuela, incluidas ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y torturas, entre otras, “con miras a combatir la impunidad y asegurar la plena rendición de cuentas de los autores y la justicia para las víctimas”.
Cuba, Bielorrusia y Rusia, en esta ocasión, introdujeron enmiendas hostiles que, de ser aprobadas, habrían puesto fin al mandato de la Misión, calificando a los venezolanos que salen de su país únicamente como migrantes y no refugiados, y debilitando la capacidad del Alto Comisionado para presentar al Consejo actualizaciones sobre la evolución de la situación de derechos humanos en Venezuela. Los miembros del Consejo rechazaron por abrumadora mayoría todas las enmiendas propuestas, destaca Human Rights Watch.