Mucho antes de la conquista de los españoles, la vida era muy diferente a como hoy la conocemos, enormes criaturas como mastodontes y megaterios dominaban el agreste paisaje, monstruos extintos, que durante siglos permanecieron en el anonimato, aquí vivían.
Los primeros estudios regionales que revelaron la existencia de estos monstruos datan del año 1902, luego que el doctor Eladio del Castillo descubriera fósiles de mastodonte cerca de la quebrada Guardagallo, en los predios del pueblo de Santa Rosa, que era una especie de elefante prehistórico carnívoro.
En 1915 los hermanos Nectario María y Juan del colegio La Salle realizaron similar descubrimiento, esta vez en compañía del sabio larense, doctor Lisandro Alvarado. Tal vez el hallazgo más significativo del hermano Nectario fueron los restos fósiles de megaterio, especie de pereza gigante descubierta por las montañas de San Miguel, hoy municipio Jiménez del estado Lara.
Aquel descubrimiento fue mencionado por El Impulso en su edición del 15 de abril de 1935. El hermano Nectario logró juntar las piezas de la osamenta del mamífero prehistórico y armó el esqueleto que fue expuesto en la Gran Feria de Barquisimeto de 1940. Saber de la existencia de mamíferos prehistóricos en Barquisimeto fue excitante para los barquisimetanos de aquel entonces.
Hace 80 años, El Impulso dedicaba un completo reportaje sobre el tema en su edición del 1 de enero de 1944 y en las zonas rurales había quienes aseguraban que esos monstruos aun merodeaban