La movilidad urbana es uno de los pilares fundamentales en la construcción de ciudades inteligentes. El uso de tecnologías avanzadas, como vehículos autónomos, transporte eléctrico, drones y sistemas de gestión de tráfico basados en inteligencia artificial (IA), no solo optimiza el tránsito, sino que también reduce las emisiones de carbono, mejora la calidad de vida y asegura un transporte más accesible para todos. La incorporación de drones para el envío de encomiendas y paquetería es un ejemplo innovador de cómo la movilidad inteligente puede mejorar la eficiencia de los servicios urbanos y reducir la congestión vial.
Para que la movilidad inteligente sea inclusiva, es crucial que las ciudades promuevan políticas que favorezcan el acceso equitativo a estos nuevos servicios de transporte. En el estado Lara, por ejemplo, se podría implementar el uso de plataformas digitales para gestionar el transporte público. Estas plataformas permitirían a los usuarios, tanto residentes como visitantes, planificar sus viajes, consultar rutas optimizadas en tiempo real y conocer los tiempos estimados de llegada de autobuses y otros medios de transporte. Este tipo de gestión digital facilitaría la movilidad eficiente en ciudades como Barquisimeto, reduciendo los tiempos de espera y mejorando la experiencia de los usuarios del transporte público.
Además, la gestión pública del transporte podría beneficiarse enormemente de la integración con el Internet de las Cosas (IoT), vinculando elementos clave de la infraestructura urbana como semáforos inteligentes, iluminación inteligente, y señalización inteligente. Por ejemplo, un sistema de semáforos inteligentes ajustaría automáticamente el flujo de tráfico en tiempo real, mientras que la iluminación y señalización inteligente mejorarían la seguridad vial y la eficiencia energética. Al gestionar estos componentes de manera centralizada a través de una plataforma conectada al IoT, las autoridades no solo podrían supervisar y optimizar el transporte público, sino también responder rápidamente a emergencias o incidentes en la red vial, mejorando la calidad del servicio y minimizando el impacto en los usuarios.
Con un enfoque en la movilidad inclusiva, la integración de drones para la entrega de paquetes, la capacidad de gestionar el transporte en tiempo real y la incorporación del IoT en la infraestructura vial, las ciudades inteligentes pueden asegurar que el transporte y los servicios sean más eficientes, accesibles y sostenibles. De este modo, la modernización tecnológica beneficia a toda la población sin excluir a ningún sector.
Dr. Roberto Ramírez Basterrechea