El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, votó este domingo en las elecciones municipales de São Bernardo do Campo, en la periferia de São Paulo, y pidió a los brasileños informarse bien sobre la biografía y la trayectoria de sus candidatos.
«El pueblo va a elegir y si tiene buenas informaciones, siempre escogerá para bien. No podemos permitir que el pueblo vote desinformado», expresó el mandatario a la prensa tras votar en la escuela Doutor João Firmino Correia de Araújo.
Lula mantuvo la tradición de votar en São Bernardo do Campo, desde donde lideró como líder sindical las históricas manifestaciones contra la dictadura militar (1964-1985), un periodo clave para su formación política, que culminó en 1980 con la fundación del Partido de los Trabajadores (PT).
En su pronunciamiento, el jefe de Estado defendió la democracia, después del controvertido proceso electoral de 2022, sobre el que hay abierta una investigación por una supuesta trama golpista contra él, pues mientras esté vigente, «existirá el derecho del pueblo a elegir para bien o para mal».
En este sentido, espera que los comicios municipales sirvan para que «el pueblo brasileño tenga la posibilidad de escoger entre lo mejor» que tiene.
«Es importante conocer la biografía de las personas, qué hicieron ayer, qué hicieron durante su vida entera», insistió.
Uno de los grandes objetivos del PT de Lula es precisamente recuperar la hegemonía política perdida en los municipios que conforman el cinturón industrial de São Paulo, entre los que se encuentra São Bernardo do Campo.
«Espero que el resultado sea beneficioso para millones de brasileños, que no necesitan ser gobernados, necesitan ser cuidados, cuidar de los niños, las mujeres, los ancianos, y cuidar de la educación, la salud y el bienestar», indicó.
Cerca de 156 millones de brasileños están llamados a las urnas para elegir a los alcaldes y concejales de 5.569 ciudades, en una cita que se perfila como un nuevo duelo entre el progresismo que lidera Lula y la extrema derecha que abandera el expresidente Jair Bolsonaro.
La cita también servirá como un termómetro de la popularidad de Lula de cara a las presidenciales de 2026, cuando el dirigente del PT está cerca de cumplir la mitad de los cuatro años de su mandato.