Una intensa tormenta eléctrica azotó el pasado miércoles 2 de octubre al estado Lara, dejando a su paso diversas afectaciones, principalmente en los municipios Simón Plana e Iribarren.
El gobernador de la entidad, Adolfo Pereira, informó que las precipitaciones, equivalentes a tres días de lluvia, se concentraron en apenas 45 minutos, colapsando los sistemas de drenaje y causando inundaciones en varios sectores.
Ante esto, Julio Gutiérrez, presidente del Colegio de Ingenieros de la región alertó sobre la grave crisis que enfrenta, en este caso Barquisimeto, debido a la insuficiencia de su sistema de drenaje. Según Gutiérrez, la infraestructura actual no está diseñada para manejar el volumen de agua de lluvia que recibe, especialmente considerando el acelerado crecimiento urbano de los últimos años.
«La capacidad de recolección de los drenajes ha quedado obsoleta. La escorrentía superficial, es decir, el agua que no puede ser absorbida por el suelo, ha sobrepasado la capacidad de nuestros sistemas de drenaje», señaló Gutiérrez a El Impulso.
El ingeniero explicó que el problema se agrava por la falta de planificación urbana.
«Desde 1999 no se han construido nuevas redes de drenaje ni se ha ampliado la capacidad de las existentes. A medida que la ciudad crece y se urbanizan nuevos espacios, aumenta la superficie impermeable, lo que impide que el agua se infiltre en el suelo. En cambio, esta agua se convierte en un flujo concentrado que satura rápidamente los sistemas de drenaje y provoca inundaciones», indicó.
Gutiérrez destacó que, anteriormente, los terrenos baldíos absorbían parte del agua de lluvia, pero con la urbanización, estas áreas se han convertido en superficies impermeables como calles y aceras, lo que intensifica el problema de las inundaciones.
Construcción del sistema de drenaje
El experto advirtió sobre la importancia de construir sistemas de drenaje adecuados para manejar las fuertes precipitaciones que afectan a la región. Según Gutiérrez, los estudios hidráulicos permiten predecir las cantidades de lluvia que pueden caer en un determinado período y diseñar infraestructuras capaces de soportar estos eventos climáticos extremos.
«Es necesario construir drenajes con el diámetro adecuado para que puedan evacuar grandes volúmenes de agua en poco tiempo», afirmó el ingeniero.
El especialista destacó la importancia de instalar bocas de tormenta, ventanas de concreto y rejillas en las vías para captar el agua de lluvia de manera eficiente.
«Estas medidas evitarán que las inundaciones afecten las calles y viviendas, y reducirán los riesgos asociados a este tipo de eventos», explicó Gutiérrez.
Soluciones a corto y mediano plazo
Gutiérrez hace un llamado a las autoridades regionales para que implementen soluciones con el fin de garantizar la seguridad de la población y proteger la infraestructura de la región.
Indicó que la última gran inversión en la construcción de drenajes en Barquisimeto se realizó durante la gestión del exalcalde Macario González, a principios del año 2000. Desde entonces, la ciudad ha experimentado un crecimiento considerable, pero su infraestructura de drenaje no ha sido actualizada para adaptarse a estas nuevas demandas.
Por último, el ingeniero explicó que la ausencia de un plan rector de drenaje, sumado a la falta de mantenimiento de los sistemas existentes, ha generado un colapso en la capacidad de captación de aguas lluvias, lo que se traduce en inundaciones cada vez más frecuentes y severas.
«La ciudad necesita urgentemente un plan rector de drenaje que contemple la construcción de nuevos sistemas y la rehabilitación de los existentes», afirmó Gutiérrez.