«Dios el Eterno había plantado un huerto en Edén y puso allí al hombre que había formado” Gen.2:8..
La verdad. Siendo justo. Tengo que reconocer el esfuerzo que realizan los promotores de este interesante curso que aprovechamos en la URBANIZACIÓN VILLA CREPUSCULAR de BARQUISIMETO. Voy a mencionar sin menosprecio a los demás organizadores, que son parte de esta gran idea. Por cuanto igual se mueven por sus propios medios y con escasos recursos, a mi vecina la Profesora ROSA TORREALBA de quién recibí la amable invitación y al Profesor HENRY MORENO con gran capacidad didáctica quien es el encargado de dictar el mencionado curso.
Lo que sabemos acerca de los cultivos Organopónicos es que nacieron en Cuba con el propósito de abastecer la despensa de la población ante la crisis agrícola. Y su esencia se proyecta particularmente a desarrollarse en sectores en precaria situación y eso es muy bueno. En nuestro caso, es mí opinión, podemos beneficiar la economía doméstica familiar compartiendo a su vez con nuestros vecinos.
Confieso que una de las razones que me animó a participar en este útil curso. Además de aprender algo que me gusta mucho y que puede ser muy útil para nuestros hogares es que recuerda nuestro origen, bien explicado en las SAGRADAS Escrituras, cosa que no pueden hacer los evolucionistas. Y recordar como lo hizo DIOS es maravilloso. Eso lo llevamos en nuestro ADN.
Me explico estoy absolutamente convencido que ninguna persona, por más duro que sea, dejará de conmoverse en lo más profundo de su corazón con un bello jardín. Con una puesta de sol o un lindo amanecer. No podrá resistirse a admirar y suspirar ante un hermoso paisaje o por el milagro de ver como toma forma un huerto en su hogar. Nuestro origen es un acto de amor incomparable nacido en la mente prodigiosa del Arquitecto del Universo, que nos creó a su propia imagen. “Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza… y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. (Gén. 1: 26, 27)
Lo dispuso todo para que fuéramos felices y nunca olvidáramos de dónde venimos. ¡Nacimos en un jardín. En un huerto.!. “Dios el Eterno había plantado un huerto en Edén y puso allí al hombre que había formado” Gen.2:8.. Amigo o amiga, por ello, cuando a usted le provoca regar las matas y suspira y mira con nostalgia el horizonte. La lluvia lo inspira, lo pone pensativo, nostálgico o cuando hay neblina, quisiera estar paseando por los andes merideños. La única razón para de eso, es que venimos de allá. Nacimos en ese ambiente, lo llevamos en la sangre, en el subconsciente y anhelamos con pasión volver allá.! ¡CRÉALO!
“Dios plantó para Adán y Eva un jardín y los rodeó con todo lo hermoso y atrayente para el ojo … La tierra parda estaba revestida con una alfombra de viviente verdor. Arbustos, flores y ondeantes enredaderas regalaban a los sentidos su belleza y fragancias. Ellos, podían rastrear la habilidad y gloria de Dios en cada brizna de hierba y en cada arbusto y flor”. Libro. A fin de conocerle. Hellen White. Ese sentir, está indefectiblemente en nuestro ADN.
APRECIADÍSIMO lector escudriñe LA BIBLIA acerca de este hermoso origen y se convencerá que para allá vamos. Mientras tanto, cultive un huerto familiar o un jardín. Aproveche la CRISIS que estamos viviendo y drene sus inquietudes por caminos que lo lleven a un encuentro con Dios a través del ejercicio físico y del cultivo de la naturaleza. No le dé gusto al Diablo y sus agentes que tratan de verle derrotado, triste y sin esperanza. ESCUDRIÑE LAS SAGRADAS ESCRITURAS. “La existencia de la Biblia como un libro para el pueblo, es el beneficio más grande que la raza humana ha experimentado” Conde León Tolstoy. Eminente escritor ruso.
¡Hasta el próximo ARTÍCULO, DIOS mediante!
William Amaro Gutiérrez