El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, abordó la situación política en América Latina durante su intervención en la 79ª Asamblea General de la ONU, poniendo especial énfasis en la crisis en Nicaragua, por las medidas tomadas contra el personal y las instituciones de la iglesia, subrayando que estas acciones afectan la libertad religiosa.
“Se espera que, en conjunción con los demás derechos fundamentales de las personas y de la sociedad, esta libertad sea adecuadamente garantizada. Por su parte, la Santa Sede está abierta a un diálogo respetuoso y constructivo con las autoridades del país, con vistas a resolver las dificultades y promover la paz, la fraternidad y la concordia en beneficio de todos”, indicó.
En cuanto a Venezuela, el representante del Vaticano mencionó los acontecimientos tras las elecciones presidenciales del 28 de julio.
A pesar de los múltiples desafíos, enfatizó que el pueblo venezolano sigue confiando en los valores democráticos consagrados en la Constitución.
“Estos valores democráticos se fundan en la soberanía del pueblo, que se expresa a través del acto del voto. En la grave crisis que ha seguido al anuncio de los resultados, con varios muertos, numerosas detenciones –incluso de menores– y el uso de la violencia”.
La Santa Sede se manifestó “profundamente entristecida y preocupada” y llamó a las autoridades venezolanas y a todos los que tienen alguna responsabilidad por lo sucedido a respetar y proteger la vida, la dignidad, los derechos humanos y las libertades fundamentales de sus ciudadanos.
También instó a buscar soluciones que beneficien a todos, con el apoyo de la comunidad internacional.