Una poderosa marejada ciclónica, inundaciones masivas y vientos huracanados han dejado una estela de destrucción a su paso por el sureste de Estados Unidos tras la llegada del huracán Helene. El fenómeno natural, que tocó tierra en Florida como un huracán categoría 4, ha cobrado la vida de al menos cuatro personas y ha dejado decenas de heridos y desaparecidos.
Ciudades como Tampa y Fort Myers han quedado sumergidas bajo el agua, con imágenes impactantes que muestran calles convertidas en ríos y casas completamente inundadas. Los equipos de emergencia trabajan arduamente para rescatar a personas atrapadas en sus hogares y remover los escombros dejados por la tormenta.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha declarado el estado de emergencia y ha movilizado a la Guardia Nacional para asistir en las labores de rescate y recuperación. Las autoridades advierten que la situación sigue siendo crítica y que se esperan más lluvias en las próximas horas.
Impacto económico y social:
Además de las pérdidas humanas, el huracán Helene ha causado daños millonarios a la infraestructura y la economía de la región. Miles de hogares y negocios se encuentran sin electricidad, y se estima que la recuperación tomará varios meses.
Las autoridades han hecho un llamado a la solidaridad para ayudar a las víctimas del huracán. Se necesitan donaciones de alimentos, agua, ropa y suministros médicos para atender las necesidades de las comunidades afectadas.