La Arquidiócesis de Barquisimeto dio a conocer este viernes el lanzamiento del “Bono Arquidiocesano”, una iniciativa solidaria que busca recaudar fondos para el sostenimiento del Seminario Mayor Divina Pastora y las diversas parroquias de la región.
Monseñor Polito Rodríguez Méndez, arzobispo de Barquisimeto, encabezó la rueda de prensa en la que se presentó esta campaña, destacando la importancia de la participación de la feligresía en el mantenimiento y desarrollo de la infraestructura eclesiástica.
«Esta iniciativa recoge elementos importantes dentro del proyecto pastoral, como el anuncio, la espiritualidad, las obras de apostolado y el sustento», afirmó el prelado.
¿En qué consiste el bono?
El bono arquidiocesano será distribuido en las 100 parroquias, 25 vicarías, colegios católicos y diversos comercios de la ciudad. Cada ticket tendrá un costo de 10 dólares y permitirá participar en un sorteo con atractivos premios.
Entre los premios se encuentran dos vehículos cero kilómetros, dos motocicletas, dinero en efectivo, un teléfono, una computadora, un televisor, una cocina, una nevera, un aire acondicionado, una lavadora y un juego de sofá.
El sorteo se realizará el 14 de diciembre en la sede del Seminario Mayor Divina Pastora, en el marco de una vendimia recaudativa.
Más allá de los premios
Monseñor Rodríguez hizo un llamado a la comunidad católica a adquirir el bono no solo por la posibilidad de ganar premios, sino como una expresión de fe y solidaridad con la Iglesia. «Por muy espiritual que sea un plan pastoral, requiere de lo económico», afirmó el arzobispo, quien destacó la importancia de fomentar una cultura de donación entre los fieles.
Los fondos recaudados serán destinados al mantenimiento de las iglesias, la formación de los seminaristas y el desarrollo de diversas actividades pastorales en las comunidades. Cada parroquia recibirá una parte de los fondos recaudados a través de la venta de los bonos en su territorio.
Un llamado a la unidad
Esta iniciativa busca fortalecer la unión entre los miembros de la Iglesia católica y promover el espíritu de comunidad. Al adquirir el bono arquidiocesano, los fieles no solo contribuyen al sostenimiento de la Iglesia, sino que también participan en un proyecto común que busca el bien de todos.
