Los maestros se enfrentan a salarios que no alcanzan para cubrir sus necesidades básicas, suspensiones arbitrarias y un constante hostigamiento laboral, encontrando los docentes al borde del colapso, sumergidos en una profunda crisis humanitaria.
“El Estado exige una jornada laboral de cinco días sin garantizar las condiciones mínimas para los docentes. A muchos, más del 40 % de los ingresos se les irá en gasto de pasaje», denunció Gricelda Sánchez, representante de FORDISI. Esta alarmante afirmación refleja la grave crisis que atraviesa el sector educativo venezolano.
A pesar de las promesas gubernamentales y de planes como “Por Amor a mi Maestro”, los docentes siguen enfrentando condiciones laborales precarias y un constante ataque a sus derechos.
“Los docentes venezolanos han sufrido una drástica devaluación de sus salarios, mientras que el costo de vida se ha disparado. Miles de educadores, incluyendo embarazadas y personas con enfermedades crónicas, han sido injustamente despedidos sin ninguna justificación. Estas acciones ilegales se han perpetrado de manera sistemática, contradiciendo las promesas de apoyo a los docentes”, aseguró Sánchez.
Para la dirigente sindical, el actual Ministro de Educación, en vez de desplegar una campaña propagandística en la que se repiten promesas incumplidas de su primera gestión, debería establecer un diálogo constructivo entre el Estado y los representantes sindicales para garantizar una paz laboral que permita el entendimiento entre las partes y abordar la crisis.
La dirigente gremial denunció un aumento en las amenazas de suspensión salarial contra los docentes, a pesar de las dificultades que enfrentan para cumplir con los horarios establecidos.
La dirigente sindical advirtió que, lejos de mejorar las condiciones laborales, los maestros son cada vez más perseguidos y amenazados con la suspensión de sus salarios.
Docentes entre la espada y la pared: la crisis que asfixia la educación venezolana
Los maestros se encuentran atrapados en una situación en la que deben elegir entre garantizar su supervivencia y cumplir con las exigencias del Ministerio de Educación. El sistema educativo, al menospreciar a sus propios maestros, está condenado al fracaso.
Una docente afectada, quien prefiere mantener su identidad bajo el anonimato por temor a represalias, relató: “Ya no puedo seguir así. Mis estudiantes merecen lo mejor, pero con este salario no puedo ni siquiera cubrir los gastos de pasaje para ir a trabajar y enviar al mismo tiempo a mis dos hijas a la escuela durante los 5 días de la semana”.
Los docentes venezolanos están al borde del colapso. Con salarios que han perdido más del 90% de su valor adquisitivo en los últimos años, muchos se ven obligados a trabajar en empleos informales solo para sobrevivir. “Es imposible llegar a fin de mes con este sueldo”, afirma la docente, quien ha tenido que reducir drásticamente su alimentación y la de su familia.
Este testimonio resume la crítica situación que enfrentan los educadores venezolanos, quienes ven vulnerados sus derechos laborales y comprometida su calidad de vida y la de sus familias.
Gremio Docente pide el fin del hostigamiento laboral
“Para lograr la paz laboral y escolar, se necesitan mejoras laborales concretas y un cambio en las actitudes y prácticas ministeriales, fundamentado en el diálogo, la mediación, la verdad, la justicia, el respeto y la valoración del profesorado”, dijo Sánchez.
Hizo un llamado a Héctor Rodríguez para que abandone las prácticas confrontativas y establezca un diálogo constructivo con los docentes, basado en el respeto mutuo y la búsqueda de soluciones justas y duraderas.
Sánchez también denunció que, en lugar de buscar soluciones a los problemas que enfrentan los maestros, las autoridades educativas a nivel de escuela, parroquias y municipios, están intensificando las medidas represivas de control y castigo, poniendo en riesgo la estabilidad laboral de los educadores.
La crisis de los docentes afecta directamente la calidad de la educación que reciben los estudiantes venezolanos. Gricelda Sánchez, exige medidas urgentes para atender las necesidades estudiantiles como una alimentación balanceada con sus nutrientes y proteínas, el restablecimiento del pasaje estudiantil, las becas entre otras.
“La paz laboral es fundamental para garantizar una educación de calidad. Es imperativo que se ponga fin al acoso laboral y a la violación de los derechos y se establezca una mesa de diálogo para negociar condiciones laborales dignas, justas y duraderas que reconozcan la importancia de la labor docente. Hacemos un llamado al Patrono Estado a tomar medidas urgentes para atender sin más dilación las demandas de los docentes y garantizar el derecho a una educación de calidad para todos los niños y jóvenes de Venezuela”, precisó Gricelda Sánchez.