Trabajo de www.lanacionweb.com
El grupo etario de 30 a 40 años sobresale entre los migrantes venezolanos que cruzan a diario la frontera de Táchira con Norte Santander para emprender la ruta del éxodo.
El puente internacional Simón Bolívar es uno de los cuatro pasos que emplean los migrantes para salir de Venezuela. En la aduana principal de San Antonio del Táchira, es común ver a ciudadanos con sus maletas en los puntos de revisión de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) o en las taquillas de sellado de pasaportes.
Román, de 35 años, se hallaba este sábado con su maleta a la altura de la plaza La Confraternidad. Esperaba el turno para que su equipaje fuera revisado por los funcionarios. «Migro a Estados Unidos», soltó con la desazón que encierra la decisión de dejar su país natal.
En Norteamérica están varios primos de Román. “Mi mamá se queda en Maracay. La idea es establecerme primero para luego llevármela. Ella está clara», prosiguió el joven en conversación con el equipo reporteril de La Nación. Se irá por la ruta del Darién. Prefirió no dar más detalles: “Sé que todo saldrá bien”.
El treintañero iba a bordo de un taxi que lo esperaba mientras pasaba el proceso de revisión. Delante de Román, estaban dos personas más, un hombre y una mujer que no sobrepasaban los 40 años. Ya en la mesa para el chequeo de equipaje, se encontraba otro joven con su maletín abierto para la revisión.
«Las personas que más se ven cruzar con su maleta por este punto (puente Simón Bolívar), son jóvenes cuyas edades van entre los 30 a 40 años», aseveró un funcionario consultado al estimar que sea el 70 % de los que van en diáspora, mientras el 30 % está conformado por adultos mayores.
En torno a los jóvenes de 18 a 25 años, aclaró que ya casi no se ven entre los que más emigran por esta frontera, como sí pasaba en años anteriores, siendo en ese entonces un grupo etario que se notaba a simple vista. «También se ven algunos grupos familiares», acotó.
Cerca de 1.300 venezolanos salen con sello
El analista en temas de frontera William Gómez precisó que por la frontera de Táchira con Norte de Santander están migrando al día un aproximado de 2.800 venezolanos, de los cuales cerca de 1.300 están sellando salida por los cuatro puentes binacionales, por tener pasaporte vigente, mientras el resto (1.500) lo hace sin el movimiento migratorio ante el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME).
Gómez, de acuerdo con los datos que maneja, indicó que solo por el puente internacional Simón Bolívar están saliendo en tránsito migratorio alrededor de 900 personas sin sello de salida, y un estimado de 300 ciudadanos con sello.
«El aumento de usuarios en las taquillas de sellado en frontera se debe a la suspensión de algunos vuelos internacionales en Venezuela», prosiguió al alertar sobre el peligro que enfrentan muchos migrantes en condiciones vulnerables por las redes de trata de personas que mueven sus tentáculos por la zona.
Para el analista, muchos de los venezolanos que están saliendo por los cuatro puentes binacionales en tránsito migratorio, lo hacen con la ayuda económica de familiares que ya tienen afuera, y en medio de una gran incertidumbre por el panorama político social a casi dos meses de las elecciones presidenciales.
Recordó que los venezolanos pueden sellar entrada en Colombia con su pasaporte vencido, mientras el documento no tenga más de 10 años de haber caducado. Instó a los gobiernos por donde pasan los venezolanos migrantes, y a las organizaciones internacionales, a brindar el apoyo y protección a estos grupos para que no caigan en manos de extorsionadores, estafadores e, incluso, secuestradores.
La mayoría se dirige al Darién
La organización Médicos Sin Fronteras informó recientemente que el 63 % de las personas que cruza a diario la peligrosa selva del Darién son venezolanos, mientras que la segunda nacionalidad (11 %) es ecuatoriana, seguida por Haití. Precisó que muchos tardan hasta 10 días en un recorrido de 100 kilómetros, todo dependiendo de las condiciones climáticas.
Más de 230.000 migrantes han atravesado la jungla en lo que va de 2024. De esa cifra, la mayoría son venezolanos (más de 150.000), que tienen como meta el país azteca, México, para de esta forma cruzar la frontera y llegar al llamado, o mal llamado, «sueño americano».