Panamá ha incrementado las deportaciones de migrantes irregulares en los últimos meses, con motivo de un acuerdo con Estados Unidos para reducir el flujo migratorio a través de la peligrosa selva del Darién.
El último vuelo de repatriación, con destino a Ecuador y financiado por Washington, partió el viernes desde la capital panameña con 36 ciudadanos ecuatorianos. Con esta operación, suman ya 433 migrantes deportados en lo que va del año.
Disminución pero no cese
A pesar de estos esfuerzos conjuntos, las autoridades panameñas estiman que un total de 320.000 migrantes cruzarán el Darién en 2024, aunque esta cifra representa una disminución del 38% en comparación con el récord histórico del año pasado.
El director del Servicio Nacional de Migración de Panamá, Roger Mojica, destacó que este convenio bilateral tiene como objetivo disuadir a los migrantes de emprender un viaje tan peligroso y promover una migración segura y ordenada.
El acuerdo entre Panamá y EEUU
El acuerdo entre Panamá y Estados Unidos, firmado en julio pasado, establece un mecanismo de cooperación para la repatriación de migrantes irregulares que hayan transitado por el Darién. Estados Unidos se comprometió a aportar 6 millones de dólares para financiar estos vuelos de deportación.
Aunque las deportaciones han aumentado y el flujo migratorio ha disminuido en comparación con el año pasado, el desafío de controlar la migración irregular en la región sigue siendo enorme.