“El producto es el medio por el cual una empresa entrega valor a los clientes. Sin un buen producto, las otras herramientas de marketing no pueden tener éxito».
Philip Kotler
El producto es uno de los componentes clave de cualquier estrategia comercial y juega un papel determinante en el éxito de un nuevo emprendedor. Definir con precisión qué se va a ofrecer al mercado y cómo se posicionará no solo es esencial para captar la atención de los clientes, sino también para establecer una propuesta de valor sólida que distinga al negocio en un entorno competitivo.
Al hablar de la política comercial, nos referimos a un conjunto de decisiones estratégicas que involucran aspectos como el precio, la distribución, la publicidad y, por supuesto, el producto. Sin embargo, el producto es el centro de toda esta estrategia, ya que todo lo demás depende en gran medida de las características, beneficios y valor percibido de lo que se ofrece.
En su definición más básica, el producto es el bien o servicio que un negocio pone a disposición del mercado. Pero el concepto de producto va mucho más allá de su naturaleza física o funcional. Un producto también incluye el empaque, el diseño, la marca, el servicio postventa y, especialmente, los beneficios emocionales o prácticos que el consumidor percibe al adquirirlo.
Para un emprendedor, es crucial que el producto esté bien definido desde el principio, ya que influirá directamente en la política comercial y cómo se orientarán las demás áreas del negocio.
Los elementos importantes en la definición del Producto serían:
- Calidad: La calidad del producto determinará en gran medida la percepción del consumidor sobre la marca. Los consumidores esperan recibir productos que cumplan con sus expectativas, y en muchos casos, estarán dispuestos a pagar más si creen que están adquiriendo algo de mayor calidad.
- Diseño y Funcionalidad: El diseño no solo es la estética del producto, sino también su funcionalidad. Para que un producto sea competitivo, debe ser atractivo visualmente y al mismo tiempo resolver un problema o satisfacer una necesidad de manera efectiva. En el caso de productos artesanales, por ejemplo, el diseño también puede transmitir autenticidad y singularidad.
- Diferenciación: En mercados saturados, diferenciar el producto es esencial. Esta diferenciación puede basarse en el diseño, la calidad, la sostenibilidad o el origen del producto. Un emprendedor debe identificar qué hace a su producto especial y destacar esos atributos.
- Ciclo de vida del producto: Todo producto tiene un ciclo de vida que pasa por distintas etapas: introducción, crecimiento, madurez y declive. Comprender en qué fase se encuentra el producto es vital para ajustar la política comercial. En las primeras etapas, por ejemplo, se necesitará mayor inversión en publicidad y promoción.
Definitivamente, la definición del producto es esencial para el éxito de cualquier nuevo emprendimiento, ya que influye en todos los demás elementos de la política comercial. Para un emprendedor, entender qué hace especial a su producto y cómo eso puede atraer a los consumidores es clave para desarrollar una estrategia comercial coherente que asegure el crecimiento y la sostenibilidad del negocio.
Italo Olivo
www.iolivo.com