La ciudad de Barquisimeto ha experimentado una evolución significativa a lo largo del siglo XX, transformándose de un pequeño poblado colonial en una metrópolis moderna debido a la influencia de una serie de factores que convergieron para impulsar su desarrollo.
Según el periodista Oscar Castro, el punto de inflexión en la modernización de Barquisimeto se produjo con la llegada del ferrocarril Simón Bolívar en 1891. Este hito marcó el inicio de una nueva era, facilitando el transporte de personas y mercancías, y atrayendo inversiones y tecnología.
«El ferrocarril Bolívar es el puente que trae todas las innovaciones de lugares lejanos a Barquisimeto», afirma Castro.
Con el ferrocarril llegaron avances tecnológicos
El periodista señaló que con la llegada de este medio de transporte, la ciudad comenzó a instalar servicios de electricidad, fonógrafos, así como recibir materiales de construcción como el cemento y, posteriormente, los primeros automóviles y aviones.
La construcción del tramo del ferrocarril que conectó a Barquisimeto permitió la llegada de casas comerciales transnacionales que impulsaron a la ciudad como un importante enclave comercial para el país, debido a su ubicación geográfica.
Asimismo, Castro resalta que la llegada de las transnacionales también atrajo a numerosos extranjeros y habitantes de otras regiones del país que se establecieron en Barquisimeto, aportando sus conocimientos y tradiciones, lo que se sumó al crecimiento de la ciudad y la diversidad cultural que la caracteriza.
La modernidad se manifestó en la arquitectura
A partir de finales del siglo XIX, la arquitectura de la ciudad comenzó a evolucionar, dejando atrás las tradicionales casas coloniales con una transformación radical. Las primeras edificaciones que “rompieron el molde”, según Castro, fueron el Teatro Juárez, la antigua cárcel de las tres torres y la casa de Eustoquio Gómez, hermano del presidente Juan Vicente Gómez.
Estos nuevos edificios reflejaban las influencias arquitectónicas de la época y contribuyeron a cambiar la fisonomía de la ciudad.
Cuatricentenario de Barquisimeto
Los cambios en la infraestructura de la ciudad se acrecentaron en la segunda mitad del siglo XX con la celebración del Cuatricentenario de Barquisimeto en 1952, que marcó otro hito importante en el desarrollo de la ciudad.
Durante este período, se construyeron obras públicas de gran envergadura, como la avenida Vargas y la Escuela de Bellas Artes, impulsada por la Junta de Gobierno que gobernó Venezuela en los años 50, consolidó a Barquisimeto como un centro urbano importante. El obelisco, inaugurado en 1952, se convirtió en el ícono de esta nueva era.
El impulso del sector privado
Además, se impulsó el desarrollo del sector privado, lo que permitió la construcción de edificios modernos y la expansión de la actividad comercial.
El sector privado también jugó un papel fundamental en el desarrollo de la ciudad. La construcción de edificios como el Hotel Lara, el primer rascacielos de Barquisimeto, y la creación de zonas industriales impulsaron el crecimiento económico y generaron empleo.
«Barquisimeto se convirtió en una ciudad moderna y se sentaron las bases para el siglo XXI«, señala Castro. La creación de zonas industriales y la atracción de inversiones permitieron el crecimiento económico y la generación de empleo.
El crecimiento industrial también fue un factor clave en la transformación de Barquisimeto. La creación de zonas industriales atrajo nuevas empresas y generó empleo, contribuyendo al desarrollo económico de la ciudad.