No le pidas al Señor que guíes tus pasos si no tienes intenciones de mover los pies; esto es aplicable a todos los flautistas que quieren estar en primera fila, pero su estado de negatividad no les permite avanzar y siempre sufren de deficiencia visual y estar solo viendo inconvenientes donde los demás ven oportunidades y soluciones; por tal en un país donde una buena parte pertenezca a este grupo jamás pueden salir adelante, el pesimismo no da dividendo ni bienestar todo lo contrario es nocivo para la salud, sin olvidar que Dios alimenta a todas las aves, pero no le lleva la comida al nido, hay que ponerle corazón, amar, ser creativo y productivo, no importa cual sea su trabajo, lo importante es que sea honesto con la plena seguridad de que será una buena porción de paz interior al sentirse parte de la buena ciudadanía, con principios y ética como capital fundamental para que le permita ser poseedor de buena credibilidad irrefutable y no un agorero, dando excusas y endosándole sus fallas, fracasos y errores a los demás y sin darse cuenta de algo fundamental “ que la recompensa de una acción es hacerla con visión, acción, voluntad y con una buena dócil de disciplina” para convencerse de que esto es una fórmula de ayudar y ayudarse de la manera más simple y sencilla, sin olvidar que el trabajo es el mejor estímulo para sentirse útil.
Lo que no debemos obviar y tenerlo como un regalo de vida es aprender a amar a la gente, usar y amar las cosas y no usar a la gente, de eso hay ciertas carencias, sobre todo en nuestro país porque se ha propiciado unas diferencias muy marcadas que en nada contribuyen ante la deseada paz que todos deseamos; por el bien de todos y el desarrollo positivo de nuestra rica y linda nación, que para nadie es un secreto que está dotada en el planeta como la más rica y esto no tiene discusión, sobre todo para los que la conocemos por todos los costados, aparte los que han viajado hablan con alegría las tantas riquezas y bellezas de nuestra patria.
Sócrates nos dejó un mensaje que no tiene vencimiento “todo pasado es prólogo” nos invita a que amemos más a nuestro país por sobre cualquier diferencia y con todo el amor servir, es en verdad dar más de lo que recibimos en la vida, es ser como un árbol de Sándalo que perfuma el lado que lo hiere; esto lo pido como ruego al Espíritu Santo ¡que encontremos el verdadero camino de la paz, el amor, la tolerancia donde no queden secuelas sino buenos recuerdos de haberse comportado a la altura del sobrado talento ¡ , que hay de sobra pero debe ser utilizado desprendido de intereses personales. Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Durán