(Paralelismos a los crímenes de Julio y de Elizabeth)
«Ahorcamos a los ladrones de poca monta
y nombramos a los grandes ladrones para cargos públicos».
Esopo 600 a.C.
La condena de Irmgard Furchner.– Condena perpetua a una anciana de 99 años. El Tribunal Supremo Alemán ha confirmado la pena de cárcel para una mujer, hoy de 99 años, que trabajó como secretaria en un campo de concentración nazi. Al 20 de agosto de 2024 el sistema legal ha enviado un mensaje importante: incluso casi 80 años después del Holocausto, no se puede trazar una línea sobre los crímenes nazis”, agregó en su comunicado. Una corte alemana rechazó el martes el recurso de apelación de una mujer de 99 años condenada como cómplice en más de 10.000 asesinatos por su papel como secretaria del comandante de las SS en el campo de concentración nazi de Stutthof durante la Segunda Guerra Mundial. El Tribunal Federal de Justicia ratificó la condena de Irmgard Furchner, a quien una corte estatal en Itzehoe, en el norte de Alemania, le impuso en diciembre de 2022 una pena suspendida de dos años. Fue acusada de formar parte del aparato que ayudó al funcionamiento del campo, ubicado cerca de Danzig, la actual ciudad polaca de Gdansk. Fue condenada de complicidad en 10.505 casos de asesinato y como cómplice en cinco intentos de asesinato. En su fallo, la corte de Itzehoe indicó que los jueces estaban convencidos de que Furchner “conocía y, a través de su trabajo como taquígrafa en la oficina del comandante del campo de concentración de Stutthof entre el 1 de junio de 1943 y el 1 de abril de 1945, respaldó de forma deliberada el hecho de que 10.505 prisioneros fueron asesinados de forma cruel en gaseamientos, por las condiciones hostiles del campo”, por su transporte al campo de exterminio Auschwitz y por su envío a marchas de la muerte al final de la guerra. El principal líder judío de Alemania, Josef Schuster, director del Consejo Central de los Judíos, celebró el fallo señalando que “para los sobrevivientes del Holocausto, es enormemente importante que se intente una forma tardía de justicia”. Antes, los tribunales alemanes exigían a la fiscalía que justificase los cargos presentando evidencias de la participación de un ex guardia en un asesinato específico, una tarea que a menudo era casi imposible. Sin embargo, la fiscalía argumentó con éxito durante el juicio contra Demjanjuk en Múnich que ayudar al funcionamiento del campo era suficiente para condenar a alguien como cómplice de los asesinatos cometidos allí. Un tribunal federal ratificó la condena de 2015 al ex guardia de Auschwitz Oskar Groening en base al mismo razonamiento. Durante el primer juicio, la fiscalía dijo que el de Furchner podría ser el último de este tipo. Sin embargo, la fiscalía especial de Ludwigsburg encargada de investigar crímenes de guerra de la época nazi apuntó que había otros tres casos pendientes en la fiscalía o en tribunales en varias zonas de Alemania. Dada la elevada edad de los sospechosos, surgen cada vez más dudas sobre su aptitud para ser juzgados. Durante una vista en el tribunal federal de Leipzig el mes pasado, los abogados de Furchner pusieron en duda que fuese realmente cómplice de los delitos cometidos por el comandante y otros altos cargos del campo, y que estuviera realmente al tanto de lo que ocurría en Stutthof. El caso de Furchner es uno de los varios armados en los últimos años en base al precedente establecido en 2011 con la condena a John Demjanjuk, exempleado del sector automotriz en Ohio, como cómplice de asesinato por acusaciones de que fungió como guarda en el campo de exterminio de Sobibor. Demjanjuk, quien negó todas las acusaciones, falleció antes de que se pudiese evaluar su recurso.
«Después de las nubes, el Sol» .- El largo brazo de la ley y los ganchos en las muñecas de Julio y de Elizabeth por el concurso de delitos cometidos otrora. Sin hacer abstracción de la Toya y de los demás monos voladores jalabolas más comprometidos con Julio como el caso de Carla, Crucita y la Tal Aguada. Un juicio real en contra sin que medie la corrupción judicial a favor del rey Aldo. Francesco y Maurén adalides oscuros que desgraciadamente exponenciaron dolosamente el comportamiento criminal de Elizabeth, para provecho propio. Por su desfachatez y perversión, no se puede trazar una línea en los crímenes de corrupción y de violación de los derechos humanos cometidos por Julio y su suplemento narcisista, su conveniente y connivente barragana Elizabeth, la mujer de otro, porque julio siempre fue en realidad su “el que frinchi”. Creyéndose justificados con el grito de que “eso no existe”, Julio y Elizabeth cometieron múltiples delitos de corrupción en la administración y crímenes en contra de los derechos humanos.
Crímenes imprescriptibles.- Cuando los interesados y las víctimas alegaban sus derechos, Julio y Elizabeth les respondían: “eso no existe”. Y dolosamente, dejaban en estado de indefensión, desoían a las víctimas y se comportaban en contra de ellas como si realmente sus derechos y sus personas no existieran y depravadamente se hacían los sordos y de caso omiso. Con las testificales y la documentación probatoria archivada en modo seguro por jurisconsultos probos y las víctimas, con toda certeza Julio será condenado por los crímenes de violación a los derechos humanos, forjamiento de documentos públicos, de corrupción, enriquecimiento ilícito, delitos de extorsión y violación carnal entre muchos etcéteras. Entre tanto Elizabeth, su principal cómplice y copartícipe de esos delitos, no podrá salvarse, pues ella fue urdimbre y encubridora de la pluralidad crímenes cometidos en coautoría con Julio, que exprofeso diseñaban, contorneaban y delineaban allí encerraditos en el motel despacho, donde posteriormente se sorprendiera en flagrancia a su otra cómplice y coautora, a Roxana en el baile del perrito con el entrante director. Roxana comprometida con la corrupción y los crímenes hasta los tuétanos, quien fuera una muñeca furtiva de Julio que luego fue “acogida” por su sustituto en la institución. Tan fue acogida que la cuñada del campeón la sorprendió in fraganti a Roxana en el baile del perrito donde éste le daba “una gran acogida”. Elizabeth al igual que Julio y los personajes evocados, serán juzgados por formar parte del aparato que ayudó al funcionamiento del campo de concentración en lo que Julio convirtió a la institución y la mantuvo durante toda su gestión. ¿De dónde Elizabeth obtuvo los dólares para construir y justificar el hipermercado que montó en casa de su madre? ¿Y las riquezas camufladas como derivadas de este “licito negocio”? ¿Acaso con las cajas de comida que se robaron ella y Julio de la institución? ¿O con la venta ilícita de títulos valores? ¿O con las extorsiones a los usuarios a través de la operadora Carla? En fin hay mucha tela de donde cortar, que como pruebas fehacientes existen y que están colocadas a buen resguardo, más saldrán a la luz en el momento indicado. Esas pruebas de diversa índole están en las manos y son del conocimiento de mucha gente honesta dispuesta a hacer justicia.
Dejar hacer corrupción y dejar pasar la criminalidad.- «laissez faire corruption, laissez passer criminalité » Ayudar en los crímenes y dejar hacer crímenes complacientemente es suficiente para condenarla. No obstante si alguna artificiosa defensa quisiera o pretendiera excusarla o exonerarla, Elizabeth como asistente y secretaria privada de Julio, en su perversión como su amante de turno, su suplemento narcisista y confidente, apodada la coronela o la calderona, “conocía y, sabia” a través de su trabajo en la oficina del director de todas las violaciones a los derechos humanos y cada uno de los crímenes que allí se cometían en lo que hubo Julio convertido a la institución en un “campo de concentración”, dada la forma y manera en que la gestionaba. Además que ayudar al funcionamiento del campo es suficiente para condenar a Elizabeth, a Roxana, a Carla junto a las demás mascotas y monos voladores jalabolas, así como a los esclavos Stephen Candie – Harry Larvado y Chuchín, el Remero, la cocinera Bembita y la familia de obreros pseudocristianos – cómplices y coautores de los crímenes cometidos allí, mientras se jactaban de estar en su salsa, manejando corrupta y despóticamente el campo.
El contubernio de la Calderona.- La ilícita e inmoral relación de Elizabeth con Julio, restregándosela en el rostro de la cónyuge legítima de éste, desafió todos los cánones prohibidos. No eran sino ejemplo de desfachatez y putrefacción regodeándose delante de todos en sus momentos de protagonismo demoníaco, aprovechando la salsa en la que vivían creyéndola vitalicia, porque obtuvieron punitivamente dólares a borbotones. La bonita Elizabeth de quien el propio Julio denostaba de su celulítico cuerpo sin respetar de modo alguno que era su mujer leal en asuntos peligrosos y que estaba parida y amamantó a sus hijos con sus anteriores parejas. Es que los psicópatas y narcisistas no les son leales a nadie que no sea a sí mismos. La coronela como era llamada Elizabeth, no hizo absolutamente nada por ser mejor persona en momentos de poder y se dejó igual seducir por el síndrome hubris, por lo que en el ejercicio de los cargos que Julio le proveyó a cambio de dólares, sexo y complicidad, mas no por moralidad ni talento sino por depravación y perversión, ella Elizabeth se hizo de fortuna ilícitamente cometiendo infames actos de bajeza y se compró todos los tickets para la condenación.
Y Él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. Y le preguntaron también unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie ni calumniéis, y contentaos con vuestro salario.
Lucas 3:13,14.
Dr. Crisanto Gregorio León